Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Apoyo educativo

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Resulta gratificante, cuando escuchamos al gobernador Eugenio Hernández Flores decir que “Tamaulipas es un Estado cien por ciento educador, y orgulloso de sus maestros, del desempeño de sus alumnos y de su gran contribución al desarrollo nacional”, cuando presidió la ceremonia del “Premio a la Excelencia Educativa del 2009”, y que consolida uno de los factores prioritarios en el desarrollo de cualquier sociedad, ver que la educación en Tamaulipas se sigue apoyando y la gente está respondiendo a la confianza que hay de parte de quienes gobiernan hacia quienes tienen en sus manos el futuro de la entidad.
También, el ingeniero Hernández Flores presidió la entrega de apoyos para planteles del Colegio de Bachilleres, donde entregó más de 32 millones de pesos en infraestructura, lo cual deberá representar una satisfacción para quienes se han ganado estos apoyos, pero más importante aún, para quienes nos gobiernan y logran que siga habiendo recursos en este renglón.
Aquí tienen mucho que ver los funcionarios y también los legisladores que gestionan para los grupos sociales estos apoyos. No solamente en educación, porque hemos sabido que se hace trámite para que el renglón salud y los productivos sean impulsados, en una labor que de todos es importante, aunque haya uno que otro que no entienda aún su misión dentro del Congreso o la dependencia donde cobra.
Hay que ver lo que pasó: se entregaron computadoras y otras cosas, se premió la calidad de algunos planteles y lo más importante: con este tipo de eventos se estimula a quienes han decidido dedicarse a la profesión de docente, nada gratificante cuando llegan los cheques, pero altamente satisfactoria cuando uno ve que quienes estuvieron en las aulas ahora son hombres o mujeres de provecho, consolidados en un ámbito profesional.
Los profesores, no todos, tienen un “algo” especial que les permite entregar sus mejores años y esfuerzo para que otros que ni siquiera son sus familiares aprendan muchas cosas: la vocación que poca gente cultiva ahora, pero que está siempre presente en infinidad de personas dedicadas con amorosa determinación a enseñar.
También, el gobernador Hernández Flores entregó bases laborales, lo que muchos de nosotros peleamos durante años y que significa el tener tranquilidad para poder seguir trabajando y disfrutar del hecho de saber que no podemos ser despedidos sin causa justificada, es decir, con la seguridad de que llevaremos el pan a nuestros hijos.
La entrega de bases laborales, en esta ocasión constatadas por Blanca Valles, dirigente del SUTSPET, es una de las mejores prestaciones que se puede entregar a quien realmente lo merece, a quien dedica sus mejores años a enseñar, a dejar constancia de sus experiencias en la vida y la academia.
Siempre que sabemos de apoyos a la educación –en este caso, de diversa índole- nos da mucho gusto saber que sigue latente la preocupación porque nuestros hijos estén mejor preparados.
Las crisis y recesión no impiden que pueda el gobierno hacer un esfuerzo mayúsculo para seguir otorgando, becas, mobiliario, infraestructura en general, computadoras y muchas cosas más.
El gobierno de Tamaulipas tiene mucho que ofrecer a la ciudadanía, y sinceramente, en este tipo de días y actos, pensamos que bien vale la pena buscar eso que se llama excelencia y que aunque algunos retrógradas no entienden bien, significa hacer cada quien lo mejor de sí mismo para, en conjunto, poder establecer parámetros de calidad que nos benefician a todos.
Así es, hay defectos, hay errores, porque luego dicen algunos que se peca de optimista, aunque también se critica al que peca de pesimista, pero el caso no es saber que haya errores sino la capacidad que tenga cada quien por enmendar los errores, las carencias, y procurar mejorar en el ámbito de nuestra competencia.
Imagine el lector que cada profesor dedique un par de horas diarias en su hogar para aprender más sobre nuevas técnicas, conocimientos o tácticas pedagógicas, entonces tendríamos un sector magisterial de primera línea.
No podemos decir que los profesores son malos, pero sí cuestionamos muchas veces su vocación y su capacidad para entregarse, lo cual vemos cuando uno de ellos se jubila y los alumnos quedan prácticamente al garete, sin el apoyo necesario y, ¿sabe usted? Muchas veces es por culpa de los sindicatos y quienes solapan a los flojos y mediocres.
Insistimos, hay mucha calidad en el profesorado en Tamaulipas y no compartimos el concepto que se tiene de que el profesor es flojo e incompetente, sino que pensamos que requiere de un buen estímulo personal para poder salir avante y entregar esa calidad que maneja a diario, en bien de los estudiantes, de cualquier nivel y escuela.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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