– Un recuento de historias extraordinarias.
Carlos Peña Palacios/EnLíneaDIRECTA
En medio de un mundo donde la prisa, insatisfacción, e inconformidad de no tener lo que deseamos, perturba nuestros pensamientos, e impiden llenar bien el día de hoy con amor y lucha, se encienden unos puntos de luz.
Con la ayuda de la traducción de una compañera, Argelia explica la razón por la cual acude todos los sábados a este lugar ubicado en la colonia la Cañada.
Sin poder oír los murmullos de la gente a su alrededor o la circulación de los autos, una mujer llamada Flora, es un ejemplo de vida que comprueba, desde el corazón se pueden mover las montañas.
“Yo no escucho, pero veo y hablo muy bien, soy una persona de edad madura, pero también tengo a una hija que no escucha y se me complica mucho poder atenderla con todo y gastos que tengo que hacer en el hogar no me alcanza, por eso vengo aquí, para ver que produzco y vendo para ayudarme” dijo en voz de la traductora.
Hace manzanas con chile, brochetas, y todavía quiere aprender a elaborar el tamarindo. Es Quico, quien pone el ritmo en este lugar.
“Para mí todo está en la mente, nada mas tengo una mano, pero tengo el conocimiento, envuelvo manzanas hago brochetas, un amigo de aquí me va a enseñar en estos días como se elabora el tamarindo, no para que se utiliza, sino la mera elaboración”
Para este niño envuelto en cuerpo de un hombre, su inspiración es más grande que la deficiencia de uno de sus cinco sentidos, mientras termina la entonación de la canción “fíjate mijita” de conocido interprete ranchero.
Esto luego de “puentear” los cables de la luz eléctrica con el teclado musical, con una sola mano.
Más que reunirse por algo en común. Es aquí donde se aprende a vivir, en una verdadera actuación.
“Cuando tenemos una discapacidad que creemos que se nos acabo el mundo, personas como Francisco o Reynaldo que no ven pero interpretan melodías que a todos nos da gusto escuchar, a mi me dio un infarto me dejo paralizado todo el cuerpo, quedar en cama más de un año pensé que el mundo se había terminado” dice el presidente del Núcleo de Discapacitados Emprendedores Jesús Lara.
Ni la crisis económica que envuelve al sector maquilador, mucho menos el marcador abajo en un partido de futbol del cual es Director Técnico, hacen tambalear a Javier quien en ausencia de su vista, ha imaginado un mundo, en el cual es victorioso.
“Tengo dos años, me incorpore a la empresa que me dio la oportunidad, gracias a Dios se me dio, lo que pasa en la actualidad, me levanta los ánimos (Dios), además damos masajes en la planta de los pies, hacemos masajes reflexología, las paletas de tamarindo yo las hago, y según la gente que nos la compra, dicen que nos quedan muy bien, entre risas manifiesta sentirse halagado por los sonidos del flash de la camara fotografica.
Vida y sueños en común, algunos la primaria otros la secundaria, lo cierto es que para el otro año, quieren en sus manos dichas constancias de estudio.
Para estos guerreros de la luz, lo difícil se hace de volada y en lo imposible se tardan solo un ratito.
