Un dilecto amigo que es afín al PAN, me envió un artículo del Dr. Álvaro Albornoz, Doctor en Derecho Constitucional, Abogado Summa Cum Laude y Profesor Universitario Venezolano, en la que presenta lo que él llama:
“La teoría de los pueblos pendejos…” en ella se refiere al problema en Honduras y defiende la asonada que puso fin a la Presidencia Constitucional de Zelaya, y puso en el poder a alguien “ad hoc” a los militares y a la derecha de aquel país.
Dice que los que creen que Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado “consideran que los pueblos y las instituciones, distintas al Poder Ejecutivo, que conforman el Poder Público deben comportarse como unos pendejos. Es decir, que no pueden protestar ni criticar ni mucho menos cuestionar la conducta del Presidente de la República; sino que por el contrario deben tolerar y permitir todos los actos que se le ocurran al Presidente; deben permitir la corrupción, el atropello, las violaciones a las leyes, las violaciones a los derechos humanos, el irrespeto al pueblo, y en fin, todos los desmanes y barbaridades que pueda realizar el intocable Presidente de un país.”
Me parece perfecto que alguien que no conoce la realidad mexicana la haya definido tan bien y con un término tan mexicano como: “pendejo”, que nos resulta tan injurioso pero que usamos con prodigalidad.
En su teoría dibuja con diáfana claridad el quehacer del gobierno mexicano al que diversos organismos internacionales han reclamado el atropello a los derechos humanos, pero también, algunos pocos columnistas señalan que hay una galopante corrupción en las filas del ejército y la policía, igual que en las altas esferas del gobierno federal (claro que eso no quita que la haya en los Estatales y Municipales).
El uso anticonstitucional del ejército y la armada que ya hemos fundamentado en diversas ocasiones viene a ser un buen argumento de acuerdo con la teoría mencionada, acerca del desacato al soberano de la Nación: el pueblo, al que hace alusión el autor de la teoría que comentamos.
De esas violaciones a los Derechos Humanos, están como muestra: la entrada ilegal a casas habitación sin orden de cateo, aprehensiones sin una orden de juez competente, cientos de civiles muertos en una absurda “guerra” contra el narco, que obviamente está perdiendo el ejecutivo federal, los cientos de militares y policías muertos, la violación constante de los artículos 14 y 16 de la Constitución, por lo menos. Todo eso lo tolera el pueblo mexicano calladito, con espíritu de monje franciscano, y muerto de miedo de que un día esté en el lugar y momento equivocado, o lo secuestren.
Dice el autor de la teoría, que gracias a Honduras los pueblos latinoamericanos podemos quitarnos “lo pendejo”, pues quizá en otras latitudes, pero en México, un golpe de Estado sería improbable por la lealtad del ejército a las instituciones, pero mientras Calderón le dé al ejército mucho más de lo que la ley le concede, la ambición crecerá en algunos generales, no en todos, y entonces sí podría darse una situación como la de Honduras, recuerden que Calderón no es visto como Presidente legítimo por muchos, que aplaudirían una asonada que pusiera fin al Calderonismo pero agravaría la situación económica y la endeble estabilidad política del país.
Me parece que el argumento del maestro Albornoz está, como se dice coloquialmente: “Tirado de los pelos” para defender al gobierno hondureño de facto, pero es contrario a lo que seguramente aprendió en la Universidad, se atreve a aconsejar la vía del golpe militar para arreglar lo que los organismos de derecho no fueron capaces de hacer.
En mi humilde opinión, debemos conservar el estado de derecho y exigir por los medios legales que se diseñe una hoja de ruta para que en un tiempo razonable y con períodos establecidos, el ejército vaya regresando a sus cuarteles poco a poco, mientras una policía federal única, similar a los carabinieri italianos, la guardia nacional española o las diferentes policías nacionales de seguridad de otras latitudes, tome paulatinamente el control de la seguridad nacional que hoy parece no existir.
FIN
¿Pueblos pusilánimes y cobardes?/Mario Andrés Aquino López
(Visited 1 times, 1 visits today)