Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Pese a que la difícil situación económica permeada por la crisis ha roto con el estándar normal de las fiestas decembrinas, que ahora más que nunca el ahorro parecer ser la premisa. El espíritu navideño es algo que no ha sido escatimado y por doquier hay derroche del mismo.
Todo mundo parece contagiado de la alegría de la época y con el propósito de conservar la milenaria tradición la actitud hostil y el comportamiento de indiferencia ha recibido tregua y ahora la cortesía y amistad acompaña el desempeño de las actividades diarias.
Por las esquinas de las calles la actividad comercial es semejante a un hormiguero, todos ansiosos de lograr ofertas y hacer rendir el aguinaldo y lo ahorrado durante el año, los pesos ganados con sacrificio que ante la imposibilidad de viajar al otro lado de la frontera se quedan aquí a contribuir a la recuperación ansiada.
Ronda el espíritu navideño y se puede ver en los ojos de las personas que corren, deambulan y persiguen el tiempo con ganas de llegar puntuales a la celebración.
Ademanes de afecto y deferencias son síntoma inequívoco de que la Navidad esta cerca, que mejor temporada del año para dar rienda suelta a la efusividad, pero ante todo que oportunidad tan grata para recordar que aun persiste la esperanza en los humanos.
Eso es algo que la crisis ni la influenza ni el chupacabras, ni la ineficacia de los gobernantes han podido arrebatar en un país que se consume de anhelos, sueños producto de la esperanza de un mejor porvenir.