– Cobijo de ilusiones
Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Valioso como parte de la naturaleza y cumpliendo con su aporte a la vida, nunca como en una noche – la del 24 de Diciembre a la Navidad- es tan importante el pino navideño que es instalado en los hogares como emblema del espíritu navideño, aquel que motiva a compartir afecto con regalos.
Sitio idóneo en la sala de la casa o pasillo, en donde las familias se reúnen en torno al pino de navidad y las charlas se encienden con el recuerdo de los abuelos que traen del pasado al presente anécdotas e historias que hacen emotiva la Nochebuena en espera de celebrar la navidad.
Tan solo por una noche, el pino navideño representa toda la esperanza de chicos y grandes que por la mañana despertarán ansiosos de abrir los regalos y compartir la alegría de lo que les trajo Santo Clos.
Rodeados del calor de hogar y el recogimiento de la familia, el árbol de navidad será cobijo de esperanzas de lo que depare el futuro, incógnita difícil de resolver, pero al menos una noche de magia ha sido vivida y la incertidumbre bien vale la pena el riesgo.
Sin embargo, no en todos los hogares el pino navideño será el anfitrión principal de la familia en la Navidad, otros muchos hogares no tendrán esa gracia ni alegría de celebración.
Por ello, compartir realmente con los demás, no por el principio de que no tengan, si no realmente por el animo de ser compartidos, radica el espíritu de la navidad, el árbol desde el momento de haber sido cortado o elaborado ha iniciado su deceso y paso a la historia, cuando terminen las fiestas terminará en un bote de basura o en una caja en un closet, empero, la satisfacción que otorga el compartir con nuestros semejantes es un calor de vida que permanece por siempre en nosotros.