Llama la atención el hecho de que muchos integrantes de la llamada “clase política” sean expertos en captar las necesidades o inquietudes de la población… pero no las capitalicen en el sentido social, sino en el estrictamente ambicioso y personal, tratando de llevar, como dice la gente, “agua a su molino” sin temor a lastimar, a mentir o a hacer de la política ese sucio juego que muchos neófitos pensamos que es únicamente.
Es increíble saber que el término política es tan especial y singular, y el hecho de que la mayoría de los que se dicen políticos escupan en la definición, en el término y en el desarrollo de la misma.
Algún maestro en un tiempo de la formación universitaria nos decía que la política es de todos y que la totalidad de la gente hace política en algún momento de su vida, descalificando a aquellos que afirmaban –entre los que se contaba el columnista- que no eran políticos y que no les gustaba esta actividad.
El hecho de tener una asociación de ayuda a personas con diabetes nos ubica dentro de las personas que hacen política, o de pertenecer a tal o cual club o institución también nos lleva a tener que desarrollar estos términos de actividad, en bien de unos, de otros, o como lo hacen algunos –una gran mayoría- de nosotros mismos.
Y nos llama la atención también que hay gente que tiene suficiente dinero para pagar banners, anuncios y pegaatinas que ubican en toda la entidad, buscando descalificar a un gobierno de cualquier nivel, a un político o una acción, pretendiendo con ello ganar una popularidad que difícilmente se gana con acciones sinceras y justas.
Ha llamado la atención del columnista el haber recibido un correo electrónico donde descalifica Francisco Chavira al PRI y al PAN por los incrementos a la gasolina, y obviamente, procurando con ello ganar la simpatía de los que estamos molestos porque ahora gastamos más, y también buscando una candidatura que seguramente el pueblo no les daría, como dicen en otras partes, “ni yendo a bailar a Chalma”.
Para el que no conozca, Chalma es un sitio pequeñito que tiene un santuario al que la gente atribuye aspectos muy milagrosos, de ahí el hecho de que se vaya a hacer algún acto de presencia, básicamente religiosa.
En fin, el caso es que el oportunismo de la publicidad que hace el miembro del PRD –aunque no muy bien aceptado por su dirigencia- suponemos que busca conservar una posición en la familia parar seguir viviendo del presupuesto público.
Recuérdese que hoy en día en el seno del Congreso del Estado existe en la nómina el nombre de la señorita Diana Elizabeth Chavira Martínez, como diputada plurinominal, que, aclaremos, no es lo mismo que ser representante popular.
La diferencia es que a los primeros los elige la cúpula de cada partido, y a los otros, como corresponde a la definición de “diputado”, los elige el pueblo para que sean sus representantes, aunque por desgracia, a la mayoría de ellos se les olvida y se convierten en voceros de su partido político.
Pues bien, hoy estamos invadidos por esta imagen de Paco Chavira y su “No al gasolinazo”, que olvida, obviamente, que también distinguidos miembros de su partido, el PRD, estuvieron en la decisión de autorizar el paquete económico, y que no se han pronunciado abiertamente contra las medidas que ha tomado el gobierno federal, y claro, tampoco contra las alzas inmoderadas y también dañinas que hace un hombre de apellido Ebrard allá, lejos de nosotros, en un Distrito Federal cada vez más inundado de actitudes populistas y poco honestas, como fue el caso de la “repartición” de despensas y cobijas que, como consignó la prensa nacional electrónica, fue un verdadero engaño.
Como esos que tanto critican Ebrard, López Obrador y compañía.
La imagen que nos ha llegado, molesta por el hecho de que los miembros de la familia neolaredense –Chavira Martínez- seguramente piensan que somos los tamaulipecos gente sin inteligencia y no tenemos idea de las estrategias que emplean en pos de seguir en el presupuesto.
Aunque Paco tiene sus negocios que le dejan utilidades ganadas a pulso, bien o mal, no le caería nada mal un “sueldito” de legislador, por ejemplo, porque está totalmente seguro de que la lucha por la gubernatura ha iniciado desde hace meses, y que, en el caso del PRD, la lista de candidatos se ha complicado porque al parecer no tienen a alguien capaz de sacar siquiera una votación significativa.
Lo que no se vale, desde nuestro punto de vista, es que se quiera aprovechar de todas esas cosas que se dan a conocer, no por culpa de un PRI o un PAN, sino de una persona, y se quieran capitalizar en beneficio personal, tratando de sacar una ventaja que no es leal, aunque, claro, mucho de la política no se maneja precisamente con este valor.
No estamos de acuerdo en el término empleado por Chavira: lo respetamos en cuando a su punto de vista, pero definitivamente, no lo compartimos, y seguimos pensando que no se vale convertirse en vividores de la política, sino que sería interesante que trataran de hacer las cosas bien y a la primera, como decía Cavazos Lerma.
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