El intenso maquillaje de ojos que usaban los antiguos egipcios, incluida Cleopatra, tenía beneficios médicos, afirma una investigación en Francia.
El estudio, publicado en la revista Analytical Chemistry (Química Analítica), revela que además de que la pintura mejoraba la estética del usuario le ayudaba a protegerse de enfermedades de los ojos.
La clave al parecer eran las sales de plomo que contenía la mezcla con la que oscurecían y adornaban sus ojos y que les tomaba meses producir.
Se sabía ya que los compuestos a base de plomo que se usaban en la antigüedad servían tanto como pigmentos como medicinas.
Tanto los antiguos egipcios como los griegos y romanos estaban conscientes de que las salas sintetizadas de dos tipos de cloruro de plomo -lauronita y fosgenita- podían usarse para producir tanto como polvos finos para maquillaje como lociones para los ojos.
Tal como explican los investigadores del Museo de Louvre y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), antiguos manuscritos egipcios señalan que estos compuestos serían como remedios para tratar enfermedades de ojos y piel.
Esto sorprendió a los científicos porque en teoría, debido a que contienen plomo, se pensaría que estos compuestos tenían riesgos para la salud.
Por eso los investigadores decidieron estudiar con detalle cómo actuaban estos compuestos.
Poco y bueno
Descubrieron que de hecho, en dosis muy pequeñas, el plomo puede tener efectos positivos.
Los investigadores utilizaron un pequeñísimo electrodo, de una décima parte del grosor de un cabello humano, para analizar el efecto de la lauronita en una sola célula.
“Con estos ultramicroelectrodos logramos obtener nueva información sobre las interacciones bioquímicas entre los iones de plomo y las células, para simular el antiguo uso médico de compuestos solubles de plomo en cantidades moderadas” afirma el profesor Philipe Walter, quien dirigió la investigación.
Descubrieron que en niveles muy pequeños, las sales de plomo producen óxido nítrico, el cual estimula al sistema inmune a combatir las bacterias que causan infecciones en los ojos.
“Podemos decir que estos compuestos de plomo fueron producidos y usados deliberadamente en formulaciones por los antiguos egipcios para prevenir y tratar las enfermedades de los ojos promoviendo la actividad de las células inmunes” concluye el investigador.