Ni el frio detiene ‘sueño americano’ de 33 niños mexicanos

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– Pero la crisis deportó a mil 418 el año pasado.

Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El sistema DIF reportó que el año pasado fueron repatriados de Estados Unidos por esta frontera, mil 418 menores que habían salido de sus comunidades en busca de mejorar las condiciones económicas en sus hogares, lo que representa el 7% del total de los 21 mil 220 que fueron deportados el año pasado a lo largo de la frontera, en sus primeros nueve meses.

La cantidad muestra una importante baja con relación al año anterior, y como ejemplo, La titular del programa de menores repatriados, Elizabeth Cantú, mencionó que en lo que va de enero fueron repatriados 33 niños, contra los 135 del 2009, y los 158 del año 2008.

Dijo que la mayoría de los menores tiene entre 14 y 16 años de edad, y que la motivación más importante es reunirse con sus padres que viven en Estados Unidos, y trabajar, como segunda opción.

La mayoría de los 33 menores deportados este año provienen de las comunidades más pobres de los estados de San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato y Veracruz, principalmente, quienes cruzaron el rio Bravo solos, acompañados por algún familiar o amigo, en grupo, o al haber pagado los servicios de un ‘coyote’.

El caso de José David

Sin conocer Nuevo Laredo ni siquiera en un mapa, José David Juárez Martínez, de 16 años de edad, quiso probar la experiencia de cruzar ‘al otro lado’, por lo que se unió a un grupo de queretanos originarios todos del ejido ‘Las Alazanas’, con intenciones de cruzar el rio Bravo y llegar lo más lejos de la frontera.

José arribó a esta ciudad el lunes 11 de enero junto a otros 7 conocidos suyos que lo invitaron a cruzar la frontera ‘solo para conocer como es’, por lo que cada uno pago mil 700 pesos por los servicios de un coyote que conectaron en un lugar, y que los llevaría a una casa de seguridad en un lugar muy al norte de Laredo, Texas.

Todos eran jóvenes y algunos casi de la misma edad. Su piel morena, sus humildes ropas y su aspecto de migrantes, los delataría en cualquier momento en caso de poder cruzar la frontera, lo que lograron luego de vencer las heladas aguas del Bravo el mismo día en que llegaron a esta frontera.

“Cruzamos todos a las siete de la mañana, y todos caminamos durante muchas horas por brechas y caminos muy feos, hasta que la noche nos venció y nos dormimos como a las 11 de la noche”, relata José David.

Cansado y adolorido de los pies de tanto caminar, dice José David que pese al dolor y al intenso frio que sentía, continuó, hasta que el cansancio los dominó ya muy entrada la noche, aunque no recuerda el lugar donde pasaron esa corta jornada.

Eran las 06:30 de la mañana, cuando el ruido de motores de vehículos los despertó de golpe. José intento correr, pero un fornido agente de la Patrulla Fronteriza se lo impidió, mientras vio como algunos de sus amigos eran esposados de pies y manos, y subidos con fuerza aunque sin violencia, a una camioneta de color verde con blanco.

Era la ‘migra’ que los había detenido y que los deportaría la mañana del martes 12 de enero, aunque no a todos, porque si acaso dos o tres eran menores de edad, como él.

“No nos maltrataron ni nos golpearon, pero a algunos los esposaron. Nos dieron de comer algo”, refiere José David, tras mencionar que regresará al ejido de donde salió, y que no intentará volver a cruzar la frontera.

Ya no supo de ellos porque fue entregado al Instituto Nacional de Migración, y de allí fue entregado al Centro de Atención de Menores Deportados del Sistema DIF (Camed), en donde contactarán a sus familiares para entregarlo a ellos.

Flora Idalia, madre y deportada

El ejido ‘La Libertad’, una comunidad rural cercana a ciudad Victoria, Tamaulipas, es el lugar de origen de Flora Idalia Manzano Guevara, una joven madre de 17 años de edad, que decidió tener como regalo de ‘Reyes’, el 6 de enero, cruzar el rio Bravo y establecerse en Laredo, Texas.

Pretendía unirse con su esposo Sergio Cantú, un indocumentado de 29 años que solía ir y venir de un lado a otro de la frontera durante los últimos 10 años, hasta que fue detenido ese día.

Flora tiene un hijo pequeño con Sergio, al que no puede mantener debido a la falta de dinero.

A Sergio Cantú, lo detuvo la ‘migra’ en la plaza San Agustín, ubicada muy cerca del rio, debido a que el ‘coyote’ que los llevaría hasta Dallas, Texas, demoró mas de lo esperado, y porque fueron delatados en ese lugar, por un grupo de indocumentados que detuvo la Patrulla Fronteriza.

“Crucé por el rio sin problemas, y salimos por el lado del parque (plaza San Agustín), pero es la primera vez que cruzo”, explica con cierto temor y desconfianza, tras mencionar que su intención era llegar hasta Dallas, Texas, donde Sergio tiene familiares.

A su hijo de un año de edad lo dejó en Nuevo Laredo, encargado con una tía, a quien encargó para después mandar por él, una vez que se hubiera establecido en aquella ciudad texana, y ganar dinero para construir una casa en un predio de su propiedad, ubicado en su natal ejido, ya que trabaja como domestica por una paga de 500 pesos por semana.

“Quiero llegar a hacer algo en donde vivir”, fue el motivo que justificó su decisión. Pero ahora tendrá que regresar sola a ‘La Libertad’, y con el peso de una deportación.

Tres de cada 10 son de Nuevo Laredo

De acuerdo a Elizabeth Cantú, del Camed, el 30% del total de los menores deportados por Laredo, Texas, son originarios de esta frontera, los que por conocer mejor las rutas de cruce, los convierte en indocumentados reincidentes.

Pero debido a la extrema vigilancia a lo largo de la frontera entre los laredos, dice Cantú que una gran mayoría de los menores locales desiste de volver a cruzar y busca trabajo en la ciudad, “por lo que les ayudamos a conseguir un empleo y a que estudien”, explica.

Pero si bien por esta frontera, de acuerdo al Sistema DIF local, la migración infantil disminuyo durante el año pasado, en los municipios fronterizos que colindan con los estados de Sonora/Arizona y Baja California/California, el aumento fue considerable el año pasado, al haber sido repatriados por esas entidades, la mayor parte de los 21 mil 220 menores que se presume cruzaron la frontera durante el 2009.

Un estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que el 80% de los menores repatriados son hombres que tienen entre 11 y 17 años de edad. De ellos, mil 782 tenían 11 años, y 19 mil 438 entre 12 y 17 años.

Considera Cantú que la crisis económica en Estados Unidos, fue uno de los motivos por los que la migración infantil hacia Estados Unidos disminuyo, aunque la recuperación en algunos estados sureños de esa nación, combinada con la profundización de la crisis en México, podría disparar de nueva cuenta este tipo de migración, ya que en los meses más fríos del año, baja de manera considerable.

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