Las iguanas de Florida, en Estados Unidos, tienen un problema con el frío que azota este estado acostumbrado al calor. Cuando las temperaturas bajan, ellas caen.
El sudeste del país sufre en los últimos días las temperaturas más bajas de la última década, con termómetros marcando en algunos lugares menos de 4ºC, cifras que hacen tiritar a los ciudadanos del llamado “estado del sol”. Y también a sus animales.
Si las temperaturas bajan hasta ese nivel, las iguanas entran en una especie de hibernación y caen desde lo alto de los árboles que habitan, hasta el punto de que muchos lugareños las han bautizado como “iguanas kamikaze”.
Estos reptiles, una de las muchas especies foráneas que invaden Florida, no pudieron detectar la llegada repentina del frío, por lo que no construyeron ningún nido ni excavaron refugios donde hibernar.
Así que se precipitan desde las ramas y permanecen en el suelo hasta que las temperaturas vuelven a subir hasta los 20ºC. Sin embargo, los servicios meteorológicos predicen que el frío permanecerá en la Península de Florida a lo largo de la próxima semana.
Unas muertes “buenas”
La muerte de muchos ejemplares a causa del frío no es algo malo, según la Comisión de Florida para la Conservación de la Vida Salvaje y Marina (FWCC, por sus siglas en inglés).
“Es bueno, porque las iguanas son animales exóticos, no pertenecen a Florida. Estas muertes nos ayudan a controlar la población”, le dijo a la agencia AFP la vocera de esta comisión, Gabriella Ferraro.
Muchos viajeros procedentes de México, Centroamérica o el sur del continente introdujeron las primeras iguanas en Florida en los años 60.
Como explica el periodista de la BBC Paul Adams, muchos celebran en Florida la hibernación de los reptiles, ya que a menudo estas devoran sus jardines y dejan heces en sus piscinas.
Ahora, el sonido habitual de las iguanas correteando sobre el tejado de las casas ha dado paso a golpes secos en mitad de la noche, señal de la mala fortuna de una iguana, que decidió “dormirse” en el momento y lugar menos oportunos.
No obstante, la FWCC advirtió de que hay otras especies autóctonas que también están sufriendo el frío. Los manatíes son particularmente vulnerables a las bajas temperaturas, alertaron.
Cuando sienten que el agua donde viven se enfría, viajan hasta zonas más cálidas, como lagos y lagunas cercanos a plantas de energía eléctrica, donde estos animales se concentran.
Además, a lo largo de esta semana se encontró a un centenar de tortugas marinas flotando a lo largo de la costa atlántica de Florida. A diferencia de las tortugas de agua dulce, que hibernan y se refugian en el lodo, sus primas del océano pueden morir por exceso de frío.