– Nomenclatura enseña sus garras en Tamaulipas
Hugo ReynaEnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Formado en ese poder omnímodo que durante muchos años el PRI detentó y favorecido con cargos y representaciones legislativas en pago a su lealtad y acomodo en proyectos que solo disputan la permanencia de un sistema que no termina de irse de México, nuevamente como en el pasado y como siempre, Marco Antonio Bernal Gutiérrez se alista para ir por su parte del botín que significa el colocarse como punta de lanza en la estratagema de la “Nomenclatura” que con Carlos Salinas de Gortari como operador estrella se alista a dar la pelea por la sucesión a la gubernatura de Tamaulipas.
La historia de Bernal Gutiérrez se puede resumir como beneficiario de cargos legislativos que por dos décadas ha detentado, tal pareciera que el PRI en cada elección lo premiara con una diputación o senaduría- siempre plurinominales-, es decir no representa a ciudadanos, si no a intereses de su partido y en base a ellos opera y es dirigido.
Sin embargo, hace 12 años tuvo un chispazo de iniciativa propia y convencido de sus correligionarios se sintió con fuerza e influencia y sobretodo protección como para disputar la candidatura del PRI a la gubernatura de Tamaulipas.
En su aventura envolvió a varios, pero pronto el priísmo coincidió en que Tomás Yarrington Ruvalcaba era mucho más pieza que el tamaulipeco de nacimiento, pero chilango por vocación y necesidad.
El daño de Bernal Gutiérrez en 1998 ya estaba hecho, “encuerdó” a un candidato a la presidencia municipal llamado Luis Gerardo Higareda Adam, quien rechazó apoyar a Yarrington (ya electo como candidato del PRI) alegando lealtad y amistad con Bernal Gutiérrez, creándole a Higareda la animadversión del entrante gobernador del estado, que pronto pagó su osadía de enfrentarlo y preferir al actual dirigente nacional de la CNOP.
Los resultados en las elecciones de Octubre del 98 son historia, Bernal Gutiérrez salió huyendo de la entidad y exiliado por Tomás Yarrington se refugió como director general del Conacyt y de ahí a una diputación federal en el 2000 –como siempre de plurinominal-.
Ahora envuelto en los afanes de Salinas de armar su vieja estructura de poder que nunca fue desmantelada por dos gobiernos del PAN, Bernal Gutiérrez se prepara como emisario de ese clan formado en la era negra del PRI y como premio se declara listo para asumir la gubernatura de Tamaulipas.
Si arraigo en la entidad, conocimiento de su problemática, ilustre desconocido por los tamaulipecos, Bernal Gutiérrez no ceja su interés por contender y ante una eventual derrota en la empresa, siempre habrá para el una diputación o senaduría plurinominal pagada por ciudadanos que jamás han votado por el.