Muertos por frío/Mario Andrés Aquino López

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La prensa del noreste de México sigue insistiendo en el tema de la influenza y al parecer a las autoridades sanitarias no les interesa informar sobre las numerosas muertes que directa o indirectamente ha causado el frío.

El problema empieza porque no es políticamente redituable hacer un análisis minucioso de los muertos por frío, las vacunas que existen son suficientes y cuestan muy poco, sólo U.S.$3 dólares la dosis de vacuna contra cualquier gripe estacional contra los U.S. $12 a U.S.$14 por cada dosis de vacuna contra la influenza AH1N1.

Como bien sabemos, la gran industria farmacéutica se ha destacado desde sus orígenes por la búsqueda inescrupulosa de lucro. Por muchos años fue el sector industrial con mayor porcentaje de ganancias. Al 2008, diez empresas controlaban 55 por ciento del mercado global de farmacéuticos: Pfizer, GlaxoSmithKline, Sanofi-Aventis, Roche, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novartis, Merck, Wyeth (ahora fusionado a Pfizer desde 2009) y Lilly. La vacuna contra la influenza AH1N1 es de Sanofi.

Pero las muertes debidas directa o indirectamente al frío no logran crear el pánico necesario para el control sicológico del pueblo llano, y entonces no es posible manipularlo.

A esto debemos sumarle que las defunciones son certificadas por médicos que muchas veces no logran realizar un certificado que sea fiel y responda a las verdaderas causas que provocó el deceso, y en un gran porcentaje no es el médico tratante el que expide el certificado.

Además, muy pocos médicos tienen idea de la importancia de la bioestadística, incluso en las facultades de medicina la ofrecen como “optativa” es decir la pueden tomar o no, porque es extracurricular, en otras palabras no la consideran necesaria para la formación del médico.

Por lo tanto, es imposible que un médico con tales deficiencias pueda realizar un análisis con base en la estadística.

Hablando de estadísticas, las enfermedades respiratorias (IRAS e IRAB), son una de las principales causas de consulta y hasta de muerte durante los meses en que el clima se torna frío, resultan además en la causa número 5 y 6 de muerte en las mujeres y, 8 y 9 en los hombres según CONAPO.

Las enfermedades respiratorias de origen infeccioso son las amigdalitis o enfermedad en las anginas, la bronquitis y la pulmonía, además que las enfermedades pulmonares crónicas como el enfisema pulmonar o el hecho de estar intubado por traqueotomía hacen crecer el riesgo.

Todas la madres de familia sabes que la tos, el catarro, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor de oídos, malestar general y aumento en la temperatura son síntomas de una enfermedad respiratoria pero para saber la causa, es decir si es bacteriana o viral, es necesario ir al médico para que ordene los análisis o estudios conducentes. De no atenderse, cualquier IRAS o IRAB, puede causar la muerte.

Otros factores que pueden provocar la muerte es la hipotermia, cuando alguien se queda a la intemperie sin cobijo adecuado.

En el estudio titulado “Influencia de virus respiratorios, frío y contaminación aérea en la infección respiratoria aguda baja del lactante.” Luis F Avendaño C, Alejandra Céspedes, Ximena Stecher y María Angélica Palomino M., dicen:

Las infecciones respiratorias agudas representan un problema prioritario de salud a nivel mundial, pues tienen un gran impacto en las tasas de morbimortalidad infantil1. Se presentan en forma de epidemias anuales en estaciones frías y aumentan la demanda de atención de salud, tanto a nivel ambulatorio como hospitalario. Las infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) —que incluyen broconeumonía, síndrome bronquial obstructivo, bronquiolitis, neumonitis, entre otras— representan la primera causa de mortalidad infantil tardía. Diversos estudios han asociado las IRAB a brotes estacionales de virus respiratorios, especialmente virus respiratorio sincicial (VRS) e influenza. La alta contagiosidad de los virus respiratorios explica que la aparición de epidemias en una comunidad se refleje tanto en la morbilidad ambulatoria como en las hospitalizaciones, aunque en distintas proporciones, pues las poblaciones de riesgo de evolución severa son diferentes para cada virus. Hay comunicaciones sobre aumento de hospitalizaciones por bronquiolitis asociadas a VRS de 1% a 4% en un lapso de 20 años, sin una explicación clara.

La contaminación del aire se ha asociado a aumento de la morbilidad respiratoria y representa un serio problema en muchas grandes ciudades. Se han desarrollado diversos sistemas de medición de la contaminación aérea, cuyos índices muestran un incremento durante las estaciones frías, concomitante con fenómenos de inversión térmica del aire. Para medir la contaminación atmosférica se utiliza oficialmente la concentración en el aire de partículas de tamaño 10 micrones, MP10. Este índice es considerado por las autoridades sanitarias, junto a otras variables ambientales y biomédicas, para implementar medidas de control de la emisión desde fuentes contaminantes.

La concomitancia de estos tres factores -epidemias de virus respiratorios, frío y aumento de los índices de contaminación aérea- obligan a hacer un esfuerzo por asignar a cada variable su importancia relativa en el aumento temporal de la demanda de atención de salud ambulatoria registrada en consultorios y servicios de urgencia y de la atención cerrada medida por las hospitalizaciones pediátricas por IRAB.

En Tampico, al día 1 del mes 1 de este 2010, cinco personas habían perdido la vida en la ciudad a causa de complicaciones en enfermedades respiratorias, provocadas por el severo frente frío número 22, según reportó Milenio con base a información de la Policía Ministerial del Estado y otras fuentes.

Por otra parte, el secretario de Salud federal, José Ángel Córdova Villalobos, durante una gira por Guanajuato, precisó que todos los casos se suscitaron en el norte del país, principalmente en los estados de Chihuahua y Sonora. Sin embargo hubo 3 muertos en Oaxaca.

A pesar de las bajas temperaturas, el secretario aseguró que no ha habido incremento sustancial en el número de pacientes entubados o graves a causa del virus de la influenza humana, pero sí en el número de casos de enfermos de las vías respiratorias.

Un testimonio invaluable es el de Sandra Lorenzano, que usando el título de la novela de Edwidge Danticat, “Brother, I’m dying” (hermano, estoy muriendo), escribe un relato en verdad conmovedor y hermoso, en el que dice: “Hace dos días fuimos a ver qué sucedía en los albergues del GDF. La gente se está muriendo en las calles por el frío. No hay comida suficiente. No hay abrigos. Eso es acá, no en Haití.”

Un relato que un par de líneas sintetiza la verdad de la falta de políticas sanitarias tendientes a controlar o al menos paliar los daños que el frío puede causar.

A pesar de todo, las autoridades insisten en minimizar las muertes por frío y a magnificar las que pudieran ser provocadas por Influenza AH1N1.

Esta falta de vocación de servicio, esta sumisión a los intereses de la gran industria farmacéutica, está provocando un daño colateral al ocasionado por el frío, las autoridades sanitarias están eludiendo su obligación de orientar al público sobre los mortales resultados de no manejar adecuadamente el clima frío y no le dicen, que en estas condiciones, hasta una gripe simple puede causar la muerte, considerando que casi todas las gripes son virales y pocas son alérgicas. A esto debemos sumar la negligencia manifiesta del mal llamado “Sistema de Protección Civil.”

Es hora de que las autoridades recapaciten y muestren que son dignas de estar al frente de las dependencias gubernamentales que manejan estas crisis, esperamos que así sea.

FIN

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