– Se une el clero a los reclamos contra Calderón por olvidar a México y enviar ayuda a damnificados por el sismo
Redacción/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Fenómenos como el sismo registrado en Haití no tienen una explicación lógica, opinó el Obispo de la Diócesis Local, Antonio González Sánchez y lo consideró una doble llamada de atención para acordarnos de Dios y sacar la solidaridad, que solo se dan en medio de las desgracias.
El máximo representante del Vaticano en Victoria, en torno al terremoto fustigó la actitud del Presidente de la República por ser “candil de la calle y oscuridad de la casa” y criticó a la televisión por el sensacionalismo dado al drama.
“Por ahí apareció un cartón como decía el gobierno federal esta ayudando a Haití en su desgracia a ver cuándo se acuerda de México le contesta el otro”, comentó.
Respecto al sismo ocurrido en Haití, dijo que no se explica de forma lógica, aunque podría considerarse una defensa de la naturaleza por el daño que hacen los humanos a la ecología.
“Otras veces puede ser una llamadita de atención para que nos acordemos de dios, desgraciadamente los humanos solamente nos acordamos de dios cuando estamos en una situación critica”.
Aprovechó para anunciar una colecta a favor de los afectados por la tragedia que la Diócesis Local llevará a cabo el próximo 31 de enero en todas sus parroquias.
“Puede alguien pensar que es tarde pero no, esta semana los medios de comunicación concretamente la televisión han explotado eso con esta tragedia por todo lo que pase; pero el dinero siempre va hacer falta por que hay que reconstruir todo el país, por eso en todas las parroquias de la diócesis la ofrenda que den las personas se va a destinar para ayudar a nuestros hermanos”.
Rechazó que el terremoto sea una señal del fin del mundo, como suele pensarse, porque, indicó, desgracias como tal siempre han ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad.
“Si creo que sea una llamadita de atención de dios para que nos acerquemos a él, recordar que somos de paso, que la vida se acaba en cualquier momento, sí lo tenemos que ver como un recordatorio de Dios de que nuestra vida es demasiado frágil”, insistió.
Calificó de triste el hecho que solo en medio de las tragedias se solidarice con los afectados, y que esta práctica debiera ser de todos los días entre las personas.
“Dios permite esas cosas para que nos acerquemos a él y al hermano, po que solo lo hacemos en situaciones criticas y conflictivas pero en la vida normal u ordinaria cuando todo va bien no nos acordamos de los demás, es una doble llamada para sacar el espíritu de solidaridad”, finalizó.
