Inmigrantes indígenas también cuentan

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Marie Campos espera con anticipación el formulario que le llegará del censo nacional que se realiza este año en Estados Unidos. Por primera ella vez podrá especificar que, además de ser hispana, sus raíces son de la etnia indígena Nahua.

La residente del estado de Nuevo México indicará que es de raza “indígena americana”, de etnia hispana.

Para Campos, directora del Instituto de Nativos Hispanos, el que se cuente a los inmigrantes indígenas en el censo tiene un gran significado cultural.

“Nos ofrece una oportunidad a los hispanos nativos que tienen raíces indígenas de que nuestra identidad sea reconocida”, expresó a BBC Mundo Campos, hija de padres nacidos en EE.UU., con un abuelo Nahua y una abuela mexicana.

Beneficios

El Departamento de Trabajo calcula que los inmigrantes indígenas -en su mayoría centroamericanos y mexicanos- suman cerca del 17% de los trabajadores agrícolas de EE.UU.

Para las organizaciones indígenas y para el gobierno federal es importante tener una cuenta exacta de la población aborigen porque los recursos a los gobiernos estatales y locales serán destinados de acuerdo con los resultados del censo.

De esa manera, las comunidades donde reside una gran población indígena inmigrante podrán recibir fondos para la construcción de escuelas, calles, y otros servicios que servirán para el mejoramiento de la población.
Los fondos federales

“Es gente que trabaja, gente que aporta a este país y que también tiene las mismas necesidades que cualquier otra persona que nació aquí o que vive aquí”, dijo a BBC Mundo Sara Zapata de Mijares, fundadora de la Federación de Yucatecos y Mujeres Mayas.

Agregó que “el gobierno federal aporta US$10.000 por persona contada en el censo. Si las personas no se dejan contar esta cantidad no entrará a la comunidad para servicios de beneficencia comunitaria como programas educativos en horas que no son escolares, programas recreativos para los parques, programas de salud”.

Pero los funcionarios de la Oficina del Censo enfrentan varios problemas para lograr el cómputo de la población aborigen inmigrante.

Por un lado existe la barrera del idioma y el acceso a los lugares donde residen.

“No son fáciles de contar”, indicó Ilene Jacobs, de CRLA. “Viven en lugares a los que son difíciles de llegar y no todos hablan español y mucho menos el inglés”.

Por el otro lado, como muchos son inmigrantes indocumentados, reina el temor de que al revelar su estatus migratorio corran el peligro de ser deportados.
Preguntas clave

La Oficina del Censo, junto a las organizaciones comunitarias que defienden los derechos de los indígenas, han lanzado una campaña para asegurarles que la información que ofrezcan en el censo no será compartida con ninguna institución gubernamental.

Así que para cuando les llegue por correo el formulario de 10 preguntas que se distribuirá entre el 15 al 17 de marzo, la Oficina del Censo recomienda a los inmigrantes indígenas de Latinoamérica que en la pregunta 8 elijan la opción de “Indígena Americano o Nativo de Alaska” como su raza y que en la 9 escriban el nombre de su comunidad para especificar su origen.

Casiano Tamayo, un indígena maya mexicano que reside en Los Ángeles está listo para seguir esas instrucciones.

“Soy hispano, pero todavía me considero que tengo las raíces de yucateco”, expresó a BBC Mundo.

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