-Reitera obispo llamado a criminales para que se acerquen a Dios
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La Diócesis de Nuevo Laredo se pronunció por seguir pregonando en sus homilías dominicales, por la paz en el país y por la conversión de criminales y narcotraficantes, para que dejen de hacer daño a la sociedad.
Fue el obispo de esta ciudad, Gustavo Rodríguez Vega, quien hizo ese llamado, el que estará plasmado en un documento que fue elaborado por los obispos del país, y que será dado a conocer de manera pública durante la temporada de Cuaresma.
“Se trata de un llamado a la esperanza y a la conversión, no solo de quienes están en el crimen organizado, sino de toda la sociedad”, sostuvo el prelado.
El documento casi está terminado, y fue aprobado por los obispos del país durante la reunión ordinaria del Consejo Permanente de la Comisión Episcopal Mexicana, celebrada esta semana en la capital del país.
Su contenido habla sobre la situación de violencia que se vive en algunas regiones del país, situación que dijo el obispo, no ha terminado, por lo que consideró necesario tener conciencia de que la solución al tema de la violencia, no es solo del gobierno, sino de toda la sociedad, y se orientará a la educación y la formación para la paz.
Confió en que pese a la extrema violencia que se vive por ejemplo, en las ciudades de la frontera norte, “los cristianos siempre tenemos esperanza de que las cosas mejoren, pero nos basamos en la experiencia de otros países, como Italia y Colombia, que han superado situaciones muy graves de violencia”, expresó.
Considero como muy grave el que la sociedad se está acostumbrando a tanta violencia y a tanta muerte en el país, ya que se pierde la capacidad de asombro ante tantas muertes, y tomó como ejemplo la revuelta en el penal de Durango, en donde la tarde del miércoles perdieron la vida 23 reos.
Sin embargo, señaló que existe un riesgo real para sacerdotes y obispos que profesan entre sus homilías dominicales, el llamado a la no violencia y al rechazo al crimen organizado.
“Si esto implica un riesgo, pues no importa. Hay que correr el riesgo, porque vale la pena hacer lo que se tenga que hacer si esto va a contribuir un poco al clima de paz, y alguien tiene que hablar, y como pastores no podemos quedarnos callados”, expresó.
