Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Excelencia universitaria

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Hablar de la Universidad Autónoma de Tamaulipas no es únicamente pensar en los miles de estudiantes que han ingresado hace cosa de dos semanas a sus clases cotidianas en busca de coronar el esfuerzo realizado durante nueve semestres –en ocasiones, ocho- para lograr un título de licenciatura.
Emitir opiniones de la UAT tiene que ver con muchos tópicos: matrícula, clases, infraestructura, tecnología, alumnos, maestros, investigación, deporte, servicio y vinculación social, y muchas otras cosas más. Universidad, palabra que tiene que ver con el concepto de universalidad, es decir, se supone que hay una universalidad de pensamientos y formas, cosas y conceptos.
Y para que una universidad, pública o privada funcione y tenga el prestigio que desea, se requiere de mucho trabajo, que por lo general es medido con ciertos criterios que establecen organismos especializados en la misma, y determinan el grado de calidad que pudiera tener la instancia, en este caso, académica.
Y la UAT celebró su asamblea universitaria donde, como suele suceder, se han tratado diversos tópicos de interés para la comunidad de la máxima casa de estudios tamaulipeca, pero también, se han entregado estímulos y premios a los integrantes de la Universidad que se distinguen por su capacidad investigadora y la calidad de sus estudios.
Hace ya muchos años que en las UAT se lleva a cabo el concurso de tesis de calidad y trabajos de investigación para los niveles de licenciatura, maestría y doctorado, así como otros rubros que son considerados y premiados de acuerdo a su contenido.
En esta asamblea, fueron entregados a miembros de nuestra comunidad los reconocimientos a muchas noches de desvelo, cientos –miles- de horas de lectura, análisis y redacción para dar forma a un documento que estará plasmado ahí, en alguna biblioteca de nuestra Alma Mater para su consulta posterior.
¿Los temas? Según la especialidad de cada rama, se pueden encontrar trabajos altamente interesantes que tienen que ver con diversos rubros. Durante la Asamblea Universitaria hubo un poco de todo, incluyendo los reconocimientos a profesores que cumplen 15, 25 y 30 años de servicio formando profesionistas.
El rector José María Leal Gutiérrez encabezó el acto y reconoció al esfuerzo de estudiantes que llegaron a ganar estos premios, tanto como a los maestros del Alma Mater que han dejado una huella significativa en los muchos tamaulipecos que han pasado por las aulas de la UAT.
Se dice fácil, pero llevar a cabo trabajos de investigación lleva un gran esfuerzo a cuestas, y dentro de esa labor se realiza trabajo en equipo: los profesores, asesores y expertos que por lo general están cerca de los investigadores o candidatos a un grado académico, y lo que cada uno pretendemos o logramos hacer. Insistimos, es un gran esfuerzo que muchas veces no tiene el reconocimiento necesario, pero que deja muchas satisfacciones a quienes hemos decidido de repente dejar por unos momentos la comodidad de la vida cotidiana para meternos, como típicos ratones de biblioteca, a hacer investigación.
En ese sentido, Leal Gutiérrez ha insistido mucho para que en el seno de la comunidad universitaria se fomente la investigación; tenemos muchas fallas generacionales: en las primarias y secundarias difícilmente nos enseñan a investigar. Aunque las cosas han cambiado, estamos acostumbrados a llegar, abrir el cuaderno, copiar el dictado y memorizar mas no comprender, lo que nos lleva a ser máquinas receptoras pero no desarrollar la comprensión necesaria.
Obvio: llegamos a la universidad con esos yerros y se magnifican, por eso nos cuesta tanto trabajo salir adelante en materia de investigación. Profesores en la materia que dejan todo su esfuerzo en las aulas tratan de enseñar a los muchachos a investigar, a tener las disciplinas necesarias y desarrolladas en forma adecuada para cristalizar los esfuerzos.
El ingeniero José María Leal Gutiérrez, como rector de la máxima casa de estudios tamaulipeca, ha insistido hasta el cansancio en que tenemos que ser una universidad de élite, pero para ello, hay que crecer en materia investigadora.
Es cuando los reconocimientos que anualmente se entregan a tesis de calidad y trabajos de investigación cobran mayor vigencia.
Mención aparte merecen los profesores que dedican la mayor parte de su vida a la cátedra universitaria. A ellos, el reconocimiento sincero y el deseo de que los muchos jóvenes que llegan con una oportunidad de impartir alguna cátedra, aprovechen la misma y se conviertan en verdaderos guías y dejemos a un lado sentimientos y actitudes egoístas y poco profesionales.
La UAT sigue creciendo y eso lo vemos a diario. Hagamos el esfuerzo, como maestros, como dirigentes, padres o estudiantes, para que la de Tamaulipas tenga uno de esos sitios que pocas instituciones poseen.
La calidad no está peleada con las universidades públicas, y la UAT es clara muestra de ello. Debemos sentirnos orgullosos de lo que tenemos y somos, y propiciar que esto siga creciendo aún más.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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