Durante la sesión de cabildo de ayer, por cierto la primera del año y la que tenía que realizarse ayer, debido a que los estatutos marcan que se debe hacer cuando menos una vez por mes, el regidor del PRD, Jorge Valdez Vargas, abuso de nueva cuenta de su excesivo protagonismo, al darse baños de pureza y hacer señalamientos con los dedos de la virgen.
Resulta que este personaje, patético en su comportamiento y en su personalidad, adolece de todo lo que critica a sus contrincantes del PRI en el cabildo, y si bien lo que dijo al alcalde y al secretario del ayuntamiento, con relación a la simulación que existe en cuanto a la toma de decisiones, es verdad, Jorge Valdez no canta mal las rancheras, ya que el día del informe de la diputada por el PRD, Diana Chavira, hizo un escándalo en horas de servicio, con lo que no solo violó el Código Municipal, sino que cometió un delito al haber atentado contra un recinto oficial, por lo que debería ser castigado por la ley.
Cierto es que la simulación abunda en esta administración, y cierto es también que existe cierto despilfarro en cuanto a la utilización de recursos en el pago de nómina de algunos empleados, razón que motivo el ‘descontento’ de Valdez, solo que este sujeto no sabe que entre los empleados que señala, hay algunos que viven solo de ese empleo, y cuyos salarios son de los más bajos del ayuntamiento.
Esta disparidad, vista de manera conceptual por el regidor perredista, es obtuso para él, y le molesta todo lo que piensa que es injusticia, por lo que creo que necesita de un examen de conciencia para que aprenda a diferenciar entre lo que es justo y lo que es correcto.
De tal manera, realizar un pacto social al estilo de Jorge Valdez, sería como entregarle un niño de 5 años a un pederasta, y creo que este regidor no sabe el significado real de este concepto, que es utilizado en países cuya economía no permite la conciliación de intereses entre los diferentes sectores de la sociedad, debido a lo inevitable de un confrontamiento motivado por la desigualdad social.
También ayer rindieron su informe de actividades legislativas, los diputados locales del PRI, José Manuel Abdala de la Fuente e Imelda Mangin, y aunque es de reconocer su trabajo, la verdad ignoro que beneficios han dejado a las neolaredenses, ya que no se les ha visto más que trabajar de manera personal para seguir escalando posiciones políticas.
Ambos trabajan para el proyecto de ser candidatos a la alcaldía, cargo que ambiciona todo político pero que muy pocos logran, debido a que es el gobernador en turno, quien toma esa valiosa decisión, por lo que creo que ninguno de los dos se les hará, al menos en esta ocasión.
Por el lado del PAN, comienzan a surgir auto aspirantes a los cargos de candidato a diputado local. El regidor Rogelio Soto no oculta su deseo, y busca a los medios de comunicación para que le presten los reflectores y saque de su pecho sus motivaciones y sus deseos.
Este regidor le sugirió al empresario Francisco Estebane que decline a sus aspiraciones a candidato para la candidatura a la alcaldía, y le dijo que mejor debería apuntarse para una diputación, cargo que también desea el doctor y regidor, Jorge Ramírez Rubio, por lo que en el curso de la próxima semana, la guerra en ese partido será interesante, ya que esa misma semana saldrá el probable candidato a la presidencia municipal. Habremos de esperar.
Hasta mañana
