Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Cuando aparentemente despuntaba en las preferencias de su partido (PAN) como prospecto a la candidatura a la gubernatura de Tamaulipas. Francisco Javier García Cabeza de Vaca fue nuevamente relacionado con actividades presuntamente delictivas, tal como lo reseñó el reportero Ricardo Ravelo en edición número 1728 de la revista “Proceso”.
En dicho trabajo de investigación “Proceso” hizo referencia a una serie de episodios relacionados con el ex –alcalde de Reynosa sobre presuntos nexos y la detención de algunos de sus ex –colaboradores.
García Cabeza de Vaca soportó el “golpe” y lo atribuyó a sus enemigos y rivales interesados en acotar sus aspiraciones y pretender ponerle obstáculos a algo que en aquel entonces (Diciembre del 200) el daba por seguro: ser el candidato del PAN a la gubernatura de Tamaulipas e incluso en un acto de desmesurado optimismo. Gobernador.
Sin embargo, el daño a su proyecto político ya estaba hecho, pues desde entonces los señalamientos se acrecentaron y en cada entrevista al diputado local plurinominal era inevitable sacar a colación la pregunta en torno a dichos señalamientos.
Eso-quizás- empantanó el proceso que recién iniciaba en el Partido Acción Nacional para valorar a su candidato a la gubernatura, apenas la noche del martes pasado César Nava Vásquez de plano confirmó que para la elección del candidato en Tamaulipas será mediante la designación, es decir la dirigencia nacional se abroga su derecho de decidir por encima de la militancia y comité local.
Esa decisión deja con escasas posibilidades a Cabeza de Vaca, quien no es del animo de la nueva elite de poder que gobierna al PAN, de hecho se acentúa la tendencia a favor del senador José Julián Sacramento Garza.
Cuando la noticia se oficializó en la sede nacional del PAN, una reportera cuestionó a Nava Vásquez si la decisión de designar era por causa de la existencia de ese denominado “expediente negro” de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, los ojos del presidente nacional del PAN se engrandaron detrás de sus lentes y con la mirada fría y sin animo visible alguno en la cara negó que ese haya sido un motivo, para de inmediato proseguir con la conferencia y no hablar más del tema.