Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Cuidemos la salud

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Mucho se ha escrito sobre la salud de cada uno de nosotros: las instituciones oficiales tienen programas que tienden a la conservación de la misma y otros que están dirigidos a controlar aspectos que dañan a la población. Temas de salud pública son vistos a diario, y pareciera que no nos interesan del todo.
El ejercicio sigue siendo uno de los grandes pilares para mantenerse en forma, pero es menester cuidarse y procurar hacerlo con una buena dirección. Algunos gimnasios cuentan con instructores que lo único que saben es procurar que uno tome anabólicos y se ponga hinchado, con unos músculos que, más que estéticos, son grotescos. Claro, también los hay que saben a qué se dedican y tienen noción de lo que nos explican o indican para la realización de estas prácticas.
En la Universidad Autónoma de Tamaulipas se cuenta con un magnífico gimnasio: instalaciones fundamentales para que tanto los equipos estudiantiles, profesionales, público en general, universitarios y personas de la tercera edad tengan lo necesario para hacer sus ejercicios en forma adecuada.
Y resulta que muchos de los que asistimos –o al menos, un buen número- somos gente que ha pasado ya de la cuarta década de existencia: las personas llamadas “maduras” que queremos cuidar el organismo, sea por vanidad o por salud, también asistimos y somos objeto de prácticas inadecuadas, propiciadas por nuestra ignorancia y por no acercarnos a los que saben, con la idea de que todos nos orientarán mal, en forma errónea.
Consideremos como muy importante el hecho de que para la práctica del ejercicio después de los cuarenta es muy importante el acercarse a nuestros médicos para consultar y que nos digan qué se puede hacer, en qué frecuencia y cada cuando. Las rutinas no podemos establecerlas como hicimos hace una, dos o hasta tres décadas. Hay que recibir orientación.
Si usted es de los que asisten para bajar de peso: ¡felicidades!, porque es el primer paso el difícil de emprender. Ya iniciada la práctica, podemos volver costumbre el llegar a hacer nuestros ejercicios en forma tal que podamos recibir el beneficio físico, emocional y mental.
El ejercicio tiene mucho que ver con la lucha contra los grandes enemigos: la obesidad, la diabetes, la hipertensión.
Sin embargo, insistimos en que hay que recibir orientación; muchas veces emprendemos rutinas totalmente agotadoras en aras de mejorar en forma inmediata, y olvidamos el hecho de que se necesita ir poco a poco en esta empresa que se resume en tres palabras: cuidar la salud.
Tenemos ideas equivocadas que nos pueden llevar a tener lesiones o a que le ejercicio no tenga el impacto necesario.
Recurramos en ese momento a los que saben, que bien lo agradecerá nuestro organismo y los que nos rodean, ya que si salimos bien librados, el beneficio será para todos, comenzando por los de casa.
Una adecuada planeación nos permitirá calentar bien, con los estiramientos necesarios y la frecuencia que debemos imprimir. Hemos aprendido en estos últimos días, gracias al buen amigo David, que hacer ejercicio aeróbico en forma desmedida, lejos de ayudar rápido, perjudica, por lo que es importante buscar el ritmo que el cuerpo requiere.
Si usted es de los nuestros, que padece alguna enfermedad crónico degenerativa, recuerde que es vital considerar que se requiere que el organismo tenga una mejor irrigación sanguínea como base fundamental, y a partir de ello, una consecuente mejora en el funcionamiento de todos los órganos y “rincones” del cuerpo humano.
Así podremos vivir mejor, tener una calidad de vida adecuada, y sobre todo, fungir como ejemplo para los nuestros, ya que si comenzamos con estas rutinas y los de casa las observan, seguramente comprenderán mejor que es básico hacer ejercicio.
Recuerde que para los “cuarentones” y un poco más se necesita aprender, primero que todo, que el cuerpo se ha cansado un poco y probablemente estemos ya en la segunda parte de nuestra vida, cuando todo declina, y eso lo debemos asimilar adecuadamente. Todos nos haremos viejos y hay que aprender a vivir con esa condición.
Entonces, si ha pensado en acercarse para la práctica deportiva, considere la base de que los instructores deben ser consultados, los médicos también, y si tiene problemas de salud ya manifiestos, hay que ser aún más cuidadosos. En el caso de personas con diabetes, importante resulta un chequeo antes, durante y después del ejercicio, para encontrar la medida adecuada y no tener problemas más adelante.
No olvidemos que el ejercicio es bueno, pero como todo en la vida, si se abusa de él, podríamos tener problemas que repercutirían en nuestra calidad de vida.
Así pues, a hacer ejercicio, siempre con el consejo adecuado. No espera a un día específico, puede comenzar hoy mismo.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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