ACLU: Se trata de una crisis humanitaria
TUCSON – El 2010 no pinta bien para quienes cruzan la frontera entre México y Estados Unidos sin papeles. Desde el pasado 1 de octubre (fecha que marca el inicio del año fiscal) se han registrado 61 muertes de inmigrantes indocumentados en la frontera de Arizona, 16 casos más que los ocurridos en el ejercicio fiscal 2009 durante las mismas fechas.
Lugares de alto peligro
La Coalición de los Derechos Humanos de Arizona indicó en un comunicado que de los 61 fallecidos, 40 son hombres y 4 mujeres. El género de los 17 restantes no pudo ser determinado.
De los cuerpos recuperados, el 77 por ciento no ha podido ser identificado, apuntó la organización pro derechos de los inmigrantes en Estados Unidos.
El grupo, que basa sus cifras en datos proporcionados por las oficinas forenses de los condados fronterizos de Arizona, atribuyó el incremento en el número de víctimas mortales al efecto “embudo” que ha obligado a los indocumentados a cruzar por lugares más peligros ante el incremento en la seguridad en otros estados como California y Texas.
Incremento alarmante
“Este año hemos visto un nuevo récord en restos descubiertos durante el mes de enero en el condado Pima y un alarmante incremento en el número descubierto en el invierto en el condado Cochise”, afirmó Kat Rodríguez, portavoz de la coalición.
Explicó que los cuerpos cuyo género no pudo ser identificado no están completos como para hacer una clasificación definitiva.
Mario Escalante, vocero de la Patrulla Fronteriza del Sector de Tucson, dijo a la Agencia Española de Noticias (Efe) que durante los primeros cuatro meses del año fiscal 2010 (de octubre de 2009 a enero de 2010) la agencia federal ha registrado 57 fallecimientos, frente a 41 del año pasado.
El vocero coincidió con Rodríguez en que, gran parte de los descubrimientos son restos de los que se desconoce cuánto tiempo llevaban en el desierto.
Crisis humanitaria
Un informe de la Asociación Americana de Derechos Civiles (ACLU) y del Consejo Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH), publicado en septiembre del año pasado, concluyó que las muertes de personas al cruzar la frontera entre Estados Unidos y México son una crisis humanitaria.
La cifra de muertos, advirtió el reporte titulado “Crisis humanitaria: muertes de migrantes en la frontera México-Estados Unidos”, va en aumento a pesar de la desaceleración económica y la disminución de la migración y de las aprehensiones por parte de las autoridades federales.
Agrega el estudio que funcionarios estadounidenses, mexicanos e internacionales deben reconocer que las muertes de migrantes durante los cruces fronterizos no autorizados entre México y Estados Unidos son una crisis humanitaria internacional y deben responder con reformas que den prioridad a la vida humana.