Científicos en Estados Unidos descubrieron que la edad avanzada de una madre está vinculada al riesgo de tener un hijo con autismo.
La investigación llevada a cabo en California encontró que el riesgo de tener un niño con autismo aumenta proporcionalmente con la edad de la madre.
Para una mujer de 40 años este riesgo es 50% más grande que para una mujer menor de 30 años, dicen los investigadores en la revista Autism Research.
Y la edad del padre, agregan, sólo conlleva un riesgo si la madre es mucho más joven.
El estudio, llevado a cabo por científicos del Sistema de Salud de la Universidad de California en Davis, analizó los datos de todos los nacimientos ocurridos en California durante los 1990.
Según los investigadores éste es el estudio poblacional más extenso que se ha llevado a cabo para analizar el vínculo entre la edad de los padres y el riesgo de autismo.
No son ellos
Se sabía que la edad de los padres es un factor de riesgo en el nacimiento de un niño con autismo.
Pero los estudios hasta ahora habían mostrado resultados contradictorios sobre cuál de los padres tenía más impacto.
Un estudio, por ejemplo, encontró que los padres de más de 40 años tenían seis veces más probabilidades que los padres menores de 30 años de tener un niño autista.
El autismo, que cubre una serie de trastornos del desarrollo asociados a las capacidades sociales y de comunicación, comienza a mostrar síntomas antes de los 3 años.
Aunque no se conoce cuáles son las causas de la enfermedad, se cree que el desarrollo anormal del cerebro del feto es un factor fundamental en las conductas que la caracterizan, como el comportamiento repetitivo y restrictivo.
En la nueva investigación los científicos analizaron los registros electrónicos de todos los nacimientos en el estado entre enero de 1990 y diciembre de 1999.
Los registros incluían información demográfica detallada y la edad de ambos padres. Posteriormente los investigadores compararon esos datos con los registros de los niños que habían nacido en ese período y que habían sido posteriormente diagnosticados con autismo en el Departamento de Servicios de Desarrollo del Estado.
En total el estudio incluyó los registros de 4,9 millones de nacimientos. Y entre éstos, se diagnosticaron 12.159 casos de autismo.
Los resultados mostraron que el riesgo de tener un niño autista se incrementaba 18% por cada cinco años de aumento en la edad de la madre.
Es decir, el riesgo de una mujer de 40 años es 50% mayor que el de una mujer de entre 25 y 29 años de tener un niño con autismo.
“Este estudio pone en duda la actual teoría de la epidemiología del autismo que identifica la edad del padre como un factor clave en el mayor riesgo de tener un hijo con autismo” afirma la doctora Janie Shelton, quien dirigió el estudio.
“Muestra que la edad materna incrementa de forma consistente el riesgo de autismo, mientras que la edad del padre sólo contribuye a un aumento en el riesgo cuando el padre es mayor y la madre tiene menos de 30 años”.
“Entre las madres de más 30 años, el incremento en la edad del padre no parece tener un impacto en el riesgo de la enfermedad”, agrega.
Los investigadores no saben con exactitud cuál es la razón del vínculo entre la edad materna y el riesgo de un niño con autismo, pero creen que podría deberse a los niveles de ciertos anticuerpos en el feto.
Un estudio de los mismos científicos en 2008 reveló que algunas madres de niños con autismo tienen anticuerpos contra una proteína cerebral del feto, que las madres de niños sin autismo no tienen.
Y la edad avanzada ha sido asociada con un aumento en la producción de estos anticuerpos.
Los científicos planean ahora llevar a cabo más investigaciones para saber cuáles son los factores que contribuyen al vínculo entre la edad de los padres y el riesgo de autismo.
Afirman que el entendimiento de esta relación es crucial para entender las causas biológicas de esta enfermedad.