ANECDOTARIO/JAVIER ROSALES ORTIZ *VICTORIA YA TIENE GALLO

0

Se corrió el velo y Ciudad Victoria ya tiene al “bueno”.

Desde la semana pasada él sabía que traía algo en el morral, pero como peca de discreto, de serio y porque sabe bien que del plato a la boca se cae la sopa guardo el secreto, aunque cometió una ligera indiscreción.

Con él desde días atrás había quedado pendiente una entrevista por cuestiones de su agenda, pero el jueves que hablamos vía celular se notaba en su voz un tono poco usual, como que se atropellaba un poco tal vez por el júbilo que sentía.

¿Entonces queda pendiente la entrevista para la próxima semana contador ya cuando sea precandidato?, lo inquirí “Claro, nos ponemos de acuerdo y aquí te espero”, me respondió sin hacer alguna aclaración.

Por supuesto que él ya sabía que había sido “palomeado” y que el único obstáculo natural que lo detenía para salir a la calle y gritar que la suerte lo había favorecido era la expedición de la convocatoria, lo cual sucedió este domingo temprano.

Superado el escollo llego a las instalaciones del PRI municipal donde lo esperaba su familia, sus amigos y el viejerío cenopista que no entiende razones y que eufórico se entregaba y avalaba su destape como precandidato.

Estaban, allí, su esposa “Manina”, como se le conoce entre la sociedad victorense, sus hijas, su padre Jaime González Zepeda, su hermano, sus primos, entre ellos Tofíc Salum Fares, y Antonio Martínez Torres, su esposa Claudia, Enrique Blackmore Smer y Oscar Almaraz Smer, lo que significa que sin sombra Miguel González Salum va solo por la alcaldía de la capital tamaulipeca.

Hace apenas una semana convivimos un grupo de periodistas con Miguel en un desayuno en la palapa del compañero Martín Sánchez, quien se ve que tiene “buena mano” porque ha concentrado en ese lugar a políticos que se han convertido en candidatos y luego en representantes populares.

Allí, conversé largo tiempo con Miguel y me platicó acerca del agitado ritmo de vida de un diputado federal en el Distrito Federal.

Aunque se sesiona en la Cámara Federal principalmente los miércoles me confesó que el resto de la semana se utiliza para preparar las participaciones en las sesiones legislativa, por eso está fuera de lugar aquello que se dice de que un diputado se da la vida de un turista en la capital mexicana.

Si bien reconoció que tenía algo de tiempo para visitar rápido restaurante y tiendas, su deseo también era el de disfrutar un día en Chapultepec y sus museos, o bien recorrer las calles del Zócalo capitalino como lo hace cualquier mortal.

Fue entonces cuando le pregunté que si había tenido la oportunidad de probar los “Chulos”, he intrigado me cuestionó que si se trataba de una cábula maliciosa. “No es un trozo de carne enchilada que venden las indígenas en las calles del D.F. y que dicen que es de burro”. Le aclaré. No, no la he comido. ¿A que sabe?.Pues a burro, le contesté y la verdad que está deliciosa si se le agrega limón y sal. Solo soltó una carcajada.

El, Miguel, también me comentó que allá en la capital nunca contrato elementos que garantizaran su seguridad porque en realidad no los necesitaba, en razón de que su tiempo lo gastaba entre el Aeropuerto, el hotel y la Cámara Federal.

Hoy, Miguel ya casi es precandidato del PRI y aunque poco lo conozco en las ocasiones que hemos convivido se me antoja que es un hombre sencillo, curtido a base del esfuerzo y del respeto y quien como alcalde ahora tendrá la titánica tarea de regresarle a Victoria su antiguo rostro de Ciudad amable, pulcra y progresista.

Sin conocer a sus adversarios políticos de otros partidos existe la seguridad de que Miguel se sentara cómodamente en la alcaldía local, porque es un hombre que ha demostrado que tiene arrastre, por eso sus miles de seguidores no lo van a dejar morir solo.

Y porque además siempre ha confesado que está enamorado de esta ciudad.

Suerte al contador, porque ahora tiene todo para agarrar bien de la mano a Victoria como un adolescente cariñoso.

Correo electrónico: [email protected]

(Visited 1 times, 1 visits today)