Tamaulipecos reprobados en educación nutricional

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Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA

Victoria, Tamaulipas.- En una vida cotidiana agobiada por los estereotipos en donde las mujeres delgadas hacen de todo y recurren lo mismo a vacunas para bajar de peso, hasta un abanico de dietas milagrosas en donde se les puede ir no solo la salud sino la vida misma; es urgente cerrar filas, unir esfuerzos para acabar con los mitos que hoy en día no solo lastiman la autoestima de hombres, mujeres y niños, sino que han contribuido a disparar al máximo los índices de la obesidad y en sobrepeso en la población tamaulipeca.

Para la nutrióloga Dulce Carolina Estrada Blanco; es necesario cerrar filas contra lo los que han sido considerados uno de los principales problemas de salud pública ; la obesidad y el sobrepeso:

“Lo que está sucediendo nos está marcando una pauta para trabajar no solo con el presente, sino a futuro; pues no hablamos solo de cuestiones estéticas, sino de salud, está comprobado que la obesidad nos quitan años de vida y calidad de la misma; ahorita es un hecho que se llega a hacer negocio con esta situación, hay desde vacunas hasta dietas milagrosas que se promocionan para resolver el problema en automático; pero nada más falso, caer en el espejismo del bombardeo mediático que hay en torno a ganarle la batalla a la obesidad y al sobrepeso nos está llevando a un callejón sin salida, existe el peligro real de que este tipo de remedios pueden ser –como dice el dicho- peores que la enfermedad.

Si nos vamos a las cifras oficiales que maneja la Secretaría de Salud, tan solo en lo que a obesidad infantil se refiere, en promedio el 20% de los niños en edad escolar han sido reportados con sobrepeso, lo que traducido en cifras es que de los 290 mil menores, 60 mil se enfrentan a las secuelas físicas y sicológicas relacionadas con su condición física.

“El problema para los niños es doblemente difícil, ya que se están reportando desde temprana edad, enfermedades que antes solo se veían en los adultos, como por ejemplo la diabetes, solo por mencionar una, pero a la par, ser “gordito” en edad escolar suele representar un conflicto emocional, pues los infantes suelen ser sumamente crueles con ellos, el estigma del “chistoso”, “marrano” y sobrenombres peores dañan la autoestima y la interacción social de los pequeños.”
Opina la especialista en nutrición, agregando:

“Lo peor es que los niños son víctimas inocentes de la obesidad, pues en los tres primeros años de vida es cuando se fijan los hábitos, todo lo que el observa desarrolla en un futuro la persona que es, además los seres humanos solemos asociar nuestros estados de ánimo con la comida, si estoy contento, como, si estoy triste igual; además los problemas de peso son multifactoriales, ya que las causas van desde hábitos alimenticios, la ingesta de comida chatarra, el sedentarismo, hasta conflictos de familia a los que están expuestos e indefensos, ya que a edad temprana la alimentación depende por completo de los padres, en una vida tan acelerada como la actual, los padres suelen optar por las pizzas por la comida rápida, los enlatados y las letales sopas Maruchan; si a esto le agregamos que al llegar a la escuela las cooperativas escolares venden todo tipo de fritangas y para empeorar la situación, los menores suelen pasar mucho tiempo solos, viendo la televisión o frente a la computadora, las cifras alarmantes que esta alcanzando la obesidad infantil solo son consecuencias de una dinámica de vida de los adultos que está afectando a los niños.”

En la Secretaría de Salud a través del Departamento de Endocrinología del Hospital Infantil, se constató que solamente el 55 por ciento de los 290 mil infantes en edad escolar, (150 mil) cuentan con el peso ideal de acuerdo a los parámetros de salud.

Los niños no son los únicos que se enfrentan a los muticitados problemas, sino la población entre 19 y 21 años de edad; el problema se agrava, ya que se reporta que el 40% los presenta.

El doctor Juan Mansur Arzola, secretario de Salud, apunta la alarma que prevalece a nivel institucional, ya que los problemas de sobrepeso en los menores y jóvenes son un indicativo que van a arrastrarlos hasta la edad adulta, siendo propensos a una serie de enfermedades como son: la diabetes, las enfermedades cardiacas, la hipertensión, insuficiencia renal y enfermedades vasculares.

En lo anterior coincide la especialista en nutrición; Dulce Carolina Estrada, profesionista enfocada a dar asesoramiento personalizado a niños y población adulta:

“Estamos hablando de que la obesidad es mucho más que un asunto de estética, pues clínicamente está comprobado que reduce el promedio y la calidad de vida, pues es generador de enfermedades físicas y emocionale.s”

Remarca que no es tiempo de ponerse a llorar o resignarse, sino de actuar y empezar a derribar mitos que lejos de contribuir a resolver el problema, lo agudizan:

-En primer término hay que ver que la primera institución es la familia y ahí debe de empezar la educación nutricional no solo en los niños, sino en los adultos que deben de tomar conciencia que la solución del problema no está en someterse a las dietas de moda, ponerse la vacuna quita grasa ni mucho menos, sino en tomar conciencia de que somos lo que comemos, hay que ver y hacer de conocimientos a nuestros hijos la importancia de comer alimentos nutritivos, los beneficios que aportan a la salud y a la inversa.

La educación nutricional es una necesidad colectiva

Desde el punto de vista profesional la nutrióloga Dulce Carolina, otro de los puntos básico que se deben de estimular es la actividad fisca:

“La mayoría de los pacientes que inician un tipo de régimen de alimentación, la recomendación es el ejercicio, que es el complemento para alcanzar una vida sana”.

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