Las alfa-defensinas funcionan como antibióticos naturales y son sencillas de manipular, según el Clínic – El hallazgo facilitará la creación de fármacos
En España hay unas 250 personas con VIH (aproximadamente el 0,2% de las 150.00 infectadas) que controlan el virus de manera natural, sin necesidad de medicación. El fenómeno no es exclusivo de España, y los científicos llevan 20 años buscando una explicación a estos casos de los denominados “no progresores” (porque la infección no avanza y no desarrollan sida). Una de las causas ha sido descrita por un grupo del hospital Clínic de Barcelona, que ha visto que estos pacientes tienen una enorme capacidad de generar unas moléculas llamadas alfa-defensinas. El estudio ha sido publicado en la revista Plos One.
Las alfa-defensinas son unas moléculas que segregan de manera natural varias células del organismo, entre ellas, las dendríticas, que son cruciales en la defensa contra agentes infecciosos. Estas defensinas son capaces de inhibir el VIH y modulan las reacciones del sistema inmunitario para que sea más eficiente. “Funcionan como antibióticos naturales”, explicó ayer el jefe del Servicio de Infecciosas del Clínico, Josep Maria Gatell. Lo que ha descubierto junto con Marta Rodríguez-García, de cuya tesis doctoral parte la investigación, y Teresa Gallart es que los seropositivos que no precisan tratamiento tienen una capacidad 10 veces mayor de producir estas moléculas que el resto. Los controladores de élite logran así frenar la expansión del sida.
Hay otros factores que tienen un efecto similar, explica Gatell. Por ejemplo, “la producción de una gran cantidad de anticuerpos neutralizantes” o “un déficit parcial o total del correceptor celular CCR5 [una de las llaves que permite que el virus entre en las células que infecta]”. También se ha visto que la población que presenta una mejor defensa ante el virus de la hepatitis C, también la tiene en el caso del sida.
Los investigadores del Clínic afirman que “la producción de alfa-defensinas se puede manipular de manera sencilla”, lo que ofrece nuevas expectativas terapéuticas. “De momento, sabemos qué defiende al paciente del virus del sida y eso nos será muy útil para la elaboración de vacunas terapéuticas”, señalan los investigadores. La estimulación de las alfa-defensinas podría “evitar el tratamiento a miles de personas” y sería útil también para otras enfermedades infecciosas, afirman.
Éste sería el segundo escalón de un estudio, realizado en el Centro Catalán de Investigación y Desarrollo de Vacunas para el Sida (Hivacat), un consorcio público-privado con colaboración de la Generalitat de Cataluña, la Fundación La Caixa y los laboratorios Esteve.