POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

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-Tres pendientes en la recuperación
-¿Y los bancos extranjeros qué?
-Auxiliar industria de la construcción

Una recuperación sostenida de la economía mexicana sin la participación de la Banca, nuevos flujos de inversión extranjera directa y un programa de reactivación económica en la industria de la construcción y el turismo es francamente vender la luz en tierra de ciegos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la economía mexicana cayó –de forma oficial-, 6.5%, no obstante, los tres sectores que conforman el PIB tuvieron un comportamiento desigual.
Merece la pena destacar que, en medio de una de las más profundas crisis económicas, el sector primario de la producción logró crecer 1.8 por ciento, inclusive la balanza comercial de productos agropecuarios aumentó con exportaciones por 7 mil 797.6 millones de dólares el año pasado.
Se trata de un milagro en medio de la crisis, increíble para un campo mexicano, empobrecido, abandonado, empequeñecido, con problemas y atavismos históricos, expulsor de mano de obra y esperanzado porque los subsidios y apoyos lleguen a quien verdaderamente lo necesita y no al bolsillo del secretario de Agricultura.
En cambio, los otros dos sectores de la producción tuvieron resultados bastante negativos: el sector secundario conformado por la industria extractiva, minería, industria generadora de agua, gas y electricidad; la industria de la construcción y la industria manufacturera registró distintos comportamientos la mayoría negativos.
Así, el sector secundario de la producción cayó 7.3% el año pasado en buena medida arrastrado por el colapso de la industria de la construcción con una contracción del 7.5 por ciento.
Cabe mencionar que México también vivió una especie de burbuja inmobiliaria quizá no tan marcada como el caso español, pero hay una crisis del ladrillo que el gobierno del presidente Felipe Calderón debe reconocer lo más pronto posible a fin de instrumentar un programa de reactivación para la construcción.
Hay un freno en seco, además de la pérdida de valor, deterioro de los activos, destrucción de capital y una caída en el empleo.
A partir de datos del INEGI conocemos que a diciembre pasado trabajaban 360 mil 444 personas en la industria de la construcción una cifra solamente equiparable a la de diciembre de 2004 cuando trabajaban 366 mil 267 personas en dicha industria y todavía podríamos irnos más atrás a febrero o marzo de 2003.
El valor de la industria de la construcción dentro de la generación de la riqueza y en la contratación de empleo es valiosísima como lo es su participación medular al concatenar a distintos subsectores y microsectores ligados a la industria hasta llegar a inmobiliarios, bancos, tiendas de acabados, etc.
Si la industria de la construcción paraliza lo hacen las empresas cementeras, ladrilleras, las tiendas de azulejos, los albañiles se van a su casa, los despachos de arquitectos quiebran, es decir, se forma un círculo vicioso.
Nuevamente subrayamos: “dicha industria no tiene muchos indicios de salir del estancamiento sino se le ayuda”. Por todo el país a lo largo y ancho de su geografía cuelgan los letreros de “se vende”, “se alquila” y zonas de tradición para los jubilados estadounidenses tienen cientos de viviendas nuevas construidas totalmente vacías y sin vender.
La corrección de precios en la vivienda nueva ha sido en algunos casos del 50% y de segunda mano de hasta el 70% como sucedió en San Miguel de Allende, Guanajuato.
Por su parte, el sector terciario de la producción, dedicado a dar servicios, distribución, comercialización, etc., éste cayó 6.6 por ciento, el año pasado.
En 2010, la recuperación de la economía mexicana corre el riesgo de no ser homogénea, primeramente la industria manufacturera conformada por 21 subsectores, 13 de ellos siguen en números rojos.
Los primeros en mejorar son aquellos ligados con la exportación y el mercado estadounidense.
Además que dentro del sector terciario de la producción, la lentitud de la demanda interna para recuperarse en sus niveles previos al estallido de la crisis dificulta el flujo de efectivo para muchas empresas departamentales y la movilidad de sus stocks e inventarios
SERPIENTES Y ESCALERAS
México busca desesperadamente recuperar flujos de inversión extranjera directa luego de que las remesas se han posicionado nuevamente como la segunda fuente de divisas para el país, después claro de los ingresos petroleros.
En la carrera por captar recursos foráneos frescos hay competidores con 10 kilómetros de ventaja como Brasil, Rusia, India, China e inclusive hasta Polonia o Costa Rica están mejor colocados.
Por ello el gobierno del presidente Felipe Calderón explora una política de cielos abiertos a fin de atraer inversiones de aerolíneas.
Pero la inversión no puede hacer todo el milagro, es pertinente la participación de los bancos para apuntalar la recuperación económica.
En su momento, el presidente José López Portillo, justificó la nacionalización bancaria porque las instituciones no contribuían con la celeridad necesaria a la expansión de la actividad económica y los dueños de los bancos se prestaban entre sí y para sus empresas.
En un lapso de 28 años, el sistema de pagos del país está entregado a manos extranjeras, en distintos segmentos opera un oligopolio como en el de las tarjetas de crédito con BBVA Bancomer, Banamex y BSCH concentrando el 31.52%, 29.70% y 13.18%, respectivamente. Tenemos que tres bancos concentran el 74.4% de las tarjetas de crédito del país.
Adicionalmente a una banca oligopólica, las instituciones extranjeras guardan mayor interés en sacar sus utilidades de la filial a la matriz que participar en derramar el crédito y el finamiento tanto a las personas físicas como morales.
Las ineficiencias y el bajo negocio de su naturaleza que es captar y prestar son compensados con creces inflando sus utilidades gracias a los ingresos por comisiones y los ingresos debidos al margen de intermediación financiera.
En estos momentos, Inbursa financia más a la actividad empresarial que BSCH y Banorte concede más préstamos hipotecarios que BSCH.
¿Qué tipo de Banca requiere el México de la postcrisis?
P.D. Estimado lector le invito a que participe sobre el tema en mi blog: http://claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

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