Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Ineptitudes a flote

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No es justificante el ser inepto, cuando se tiene todo el apoyo del mundo, aunque ayuda mucho el tener poca capacidad para desarrollar el trabajo, para justificar los fracasos, los desvíos de acciones y los falsos informes a la autoridad.
Tal es el caso que pudimos palpar en la playa Miramar, aquel rincón delicioso del Golfo de México que nos regala encantadores amaneceres y atardeceres, jornadas de sol y arena y mucha recreación, claro, cuando la autoridad está pendiente de hacer su parte.
Sucede algo atípico en Tamaulipas: tenemos a un gobernador que lleva en la sangre la promoción turística y ha dispuesto de muchísimos recursos de toda índole –económicos, humanos, técnicos- para hacer de la nuestra, una entidad con futuro en esta llamada por alguien “industria sin chimeneas”. El turismo está llamado a ser fuente generadora de divisas en forma por demás importante, pero al parecer, algo o alguien está fallando en el equipo del gobierno estatal, porque los resultados no son los que leímos en el boletín, o los que la máxima autoridad desea y para lo que ha trabajado durante más de cinco años.
Para muestra: no hace mucho tiempo el presidente Felipe Calderón acompañó al gobernador Eugenio Hernández Flores a la puesta en marcha de ese mega proyecto que se lleva a cabo en la reserva de la Biósfera “El Cielo”, así como también el que tiene su punto de partida en La Pesca, a donde seguramente acudirán miles de turistas en breve, gracias al esfuerzo del gobierno por entregarnos sitios con un potencial extremadamente alto y con una gran demanda no solamente local, sino mundial.
Lo grave del asunto es que en la secretaría de turismo hay gente muy experimentada y con capacidad probada, con calidad humana y talento suficiente como para hacer salir a flote con esos proyectos tan importantes en el futuro de la entidad. Probablemente, como en el fútbol, el problema sea el director técnico.
Javier Villarreal Terán es el secretario del ramo en la entidad; tiene carrera política, sin embargo, algo ha pasado en los últimos meses que no ha podido despuntar como espera el gobernador de él. Se supone que tiene conocimientos sobre la materia, sin embargo, y a juzgar por lo sucedido el fin de semana en la playa Miramar de Madero y los alrededores del puerto de Tampico, al parecer la dependencia encargada de este aspecto tan importante se fue de vacaciones, puente o permiso, el caso es que no hicieron su trabajo.
Existen sentidas y fuertes quejas de parte de asociaciones de hoteleros y prestadores de servicios turísticos en el sureste tamaulipeco, dado que no han encontrado la respuesta de la dependencia encargada de hacer algo más que folletos con el 2 por ciento del impuesto que se cobra a todos los viajeros y que, en otros lugares, está dejando importantes frutos, como una adecuada promoción respaldada con acciones que permiten mejorar la infraestructura del lugar, a manera de “enamorar” a los potenciales visitantes, habida cuenta de que cada uno de ellos significa, en términos fríos: dinero para la localidad, para su gente, para el estado.
Eso es el turismo: servicio a cambio de dinero, pero para que exista este tipo de servicio ha de existir infraestructura adecuada, y Tamaulipas la tiene, pero no es al parecer tarea de Turismo el vigilar que esté todo bien.
Miramar daba tristeza.
Recorrer el boulevard o la zona de palapas, los restaurantes “inundados” de arena casi a punto de ser sepultados, y la indiferencia de quienes se encargan de hacer ver nuestros encantos turísticos hacen que la gente del lugar proteste airada y justamente.
Insistimos, en la secretaría del ramo existe personal con muchísima experiencia, otros, con menos de esto pero más entusiasmo, y algunos con los conocimientos necesarios para mezclarlos con la experiencia y el entusiasmo, para sacar a flote tanto proyecto como sea posible, prueba de ello es la respuesta que han dado el gobernador Hernández Flores en este rubro.
Pero parece que el titular ahora estará pensando de nueva cuenta en alguna diputación o en la alcaldía de su terruño azucarero, porque la verdad, está muy descuidada la atención al turismo, y no olvidemos que, baja o alta la temporada, cualquier persona que viaje a estos rinconcitos de Tamaulipas deja su dinero en tiendas, hoteles y restaurantes, en servicios y compra de bienes, lo que beneficia prácticamente a todos.
El gobernador Eugenio Hernández Flores ha exigido a todos sus colaboradores seguir trabajando con el mismo entusiasmo que cuando inició el sexenio, y en ese sentido, “Geño” es determinante: el que no funciona, se va, así de claro.
Acciones de eta naturaleza hablan de un gobernante que está pendiente de su compromiso con quienes le llevaron a la gubernatura, y sobre todo, que pide a los servidores públicos comportarse como tales, y no servirse de los dineros que están ahí, producto de impuestos y de la ciudadanía, para mejorar nuestra calidad de vida en todos sentidos, incluyendo el paseo, es decir, la materia de turismo, que si bien es cierto, se ha desarrollado fuertemente, en estas últimas semanas amenaza con pasar con una mediocre calificación de suficiente. El gobierno que ha trabajado por más de cinco años no merece la apatía final. Eso, eso merece mínimo, un cambio y mayor exigencia.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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