El organismo de desarrollo informa que mientras que en nuestro país las empresas invierten alrededor de 517 horas en calcular, preparar, presentar y pagar impuestos, en la región el promedio es de 320 horas.
México.- En México las empresas invierten en promedio 517 horas en calcular, preparar, presentar, pagar o retener sus impuestos, lo que representa un alto costo de transacción derivado de lo complejo que resulta el sistema tributario mexicano, establece un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El organismo multilateral explicó que en promedio las empresas en América Latina invierten un promedio 320 horas para completar el pago de impuestos; México se ubica como la quinta nación con mayor tiempo en realizar estos trámites, sólo por debajo de Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador.
Fiscalistas mexicanos reconocen que las empresas del país padecen una sobrecarga administrativa ante trámites como dar de alta una empresa, presentar declaraciones de impuestos mensuales, anuales e informativos, cambios de domicilio, entre otros, lo cual sólo encarecen la prestación de servicios.
El estudio del BID precisó que la recaudación tributaria en América Latina es reducida, en comparación con los estándares internacionales y que el mayor peso tributario se concentra en grandes empresas.
Detalló que la tasa impositiva en la región es alta, pues llegan a gravar casi 48 por ciento de las utilidades, cuando en naciones desarrolladas los gravámenes observan en promedio una escala de 41 por ciento por el mismo concepto.
Previo a la cumbre anual que realizará el BID en Cancún, del 19 al 23 de marzo, el organismo indicó que las tasas impositivas elevadas desincentivan la inversión en tecnología y otras formas de mejorar la productividad.
Por separado, el socio del área de impuestos de Ernst & Young Ricardo Villalobos dijo que en el país urge una reforma fiscal y un sistema tributario más moderno, pues el actual, es complejo y sólo empeoró la situación del país.
“Todos los actores debemos estar dispuestos a correr costos políticos y económicos, si los consumidores de alimentos y medicinas tenemos que pagar más, lo tenemos que hacer, pero tenemos que encontrar la fórmula para generar crecimiento económico, empleo, desarrollo, inversión extranjera, al tiempo de incrementar los recursos públicos del gobierno”, dijo.
De acuerdo con el estudio del BID, la productividad entre las empresas del sector formal presenta una clara reducción, lo que afecta el crecimiento económico de largo plazo.
“Si los gobiernos adoptan regímenes tributarios más inteligentes, pueden aumentar sus ingresos y financiar los programas sociales y de fomento a la inversión. Esto requiere no sólo simplificar los impuestos, sino también reducir los gravámenes de las empresas y disminuir el nivel de informalidad”, advierte el informe.
El estudio también destaca el elevado nivel de evasión, pues de acuerdo con el organismo que dirige el colombiano Luis Alberto Moreno, casi 70 por ciento de las microempresas de México no tienen registro ante el fisco y por ende no pagan impuestos.
En tanto, 63 por ciento de las pequeñas y medianas sí cuentan con registro pero no contribuyen, mientras que 48 por ciento de las grandes empresas no pagan sus obligaciones fiscales.
“El alto nivel de evasión perjudica a la productividad e impide que el gobierno tenga ingresos suficientes para invertir en bienes públicos capaces de aumentar la productividad, como infraestructura y educación. Además, da a las empresas informales, que suelen ser menos productivas, una ventaja injusta”, dijo Carmen Pagés, coordinadora del estudio.
Frena el crecimiento
El estudio consideró que aun cuando la intención es reducir los aportes laborales de los empresarios y ampliar los beneficios de los trabajadores, los regímenes especiales limitan el crecimiento económico en el largo plazo.
Los denominados gastos fiscales impulsan a las empresas pequeñas a no crecer, pues de hacerlo, pierden el beneficio y la preferencia tributaria y sus impuestos aumentan de manera dramática.
México lleva años con tratamientos especiales, principalmente en el sector agrícola y autotransporte, nichos que no crecen ni se desarrollan al nivel óptimo, afirmó, Ricardo Villalobos.