POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

0

-México, rumbo al 2050
-Bono demográfico, ahora
-Crear oportunidades reales

En México, según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), llegaremos a 108 millones de habitantes al filo de 2010, básicamente por grupos de edad una fuerte presencia de personas entre los 15 a los 64 años, se trata del bono demográfico que tocará su cénit en 2050.
Desde el inicio del nuevo siglo y milenio fueron más notables los cambios en la pirámide poblacional en comparación con décadas anteriores en las que prevalecieron los niños de 0 a 14 años y la población adulta en edad de retiro a partir de los 64 años.
Dicha tendencia ha ido modificándose en parte por cambios en la tasa de natalidad, aumentos en la longevidad de hombres y mujeres, las parejas tardan más en formar hogares con hijos, etc.
De esta forma arribamos a 2010 con una pirámide que se adelgaza en su base debido a una menor tasa de natalidad y ensancha más en la parte de en medio que corresponde a los grupos de edad de 15 a 64 años, mientras que la punta seguirá engrosándose, inevitablemente.
De lo que estamos hablando es de que opera un cambio de proporción entre la población no productiva (niños y personas en edad de retiro) respecto a la población en edad productiva.
Si tenemos 68.04 millones de personas en edad productiva, 31.32 millones en el rango de 0 a 14 años de edad y 8.64 millones de personas con más de 65 años de edad, en 2010 encontramos que por cada persona en edad no productiva existen 1.7 personas en edad productiva.
Las implicaciones van a futuro, antes de 2020 habrá dos personas productivas por cada persona no productiva, es un hecho sin precedentes en nuestro país, una ventana de oportunidades para el crecimiento, el ahorro interno, debido a tanta gente produciendo.
De allí la urgente necesidad de crear en la actualidad las bases efectivas para aprovechar ese cúmulo humano en edad productiva, que por supuesto después del año 2050 pasará a ensanchar la punta de la pirámide creando una presión sobre de las políticas públicas, ahorros para el retiro y las pensiones primordialmente las que paga el sector público.
Deben crearse las canales de acceso a incluir a todos los excluidos del sistema formal bancario, pensiones, viviendas, seguridad social, salud, educación, de no hacerlo cuando revierta el bono demográfico tendremos graves problemas con un Estado quebrado e imposibilitado para pagar a sus pensionados, además de una incertidumbre sobre la existencia del esquema actual privado del ahorro para el retiro y una población bastante longeva y no productiva que requiere doctores, medicinas, vivienda, alimentación, servicios, etc.
Créame amigo lector se trata de trabajar hoy en día por lo que mañana requeriremos y parece demasiado lejos, pero cuarenta años no son una eternidad.
A COLACIÓN
De acuerdo con el Conapo, la oferta de mano de obra en México aumentaría de 42 millones de personas en 2000 a 64 millones en 2030, implicando incrementos medios anuales del orden de 910 mil en la primera década del presente siglo, 798 mil durante la segunda y 477 mil en la tercera.
El Estado de México seguirá concentrando la mayor parte de la Población Económicamente Activa (PEA) nacional, al pasar de 5.5 a 9.3 millones al cabo de los treinta años, mientras la oferta de fuerza de trabajo más dinámica será la de Quintana Roo con una tasa media anual de crecimiento de 3.54%, es decir, casi dos veces y media superior al promedio nacional de 1.39 por ciento.
Asimismo la edad promedio de vida superará los 75 años de edad y para 2020 habrá una proporción de adultos mayores de 12.5% de la población que más que duplicará en 2050 al representar al 28% de la población.
Por ello emanan una serie de preocupaciones, lo digo pensando a futuro, en una población en México que en 2010 presenta problemas de obesidad, diabetes, cáncer, tabaquismo.
Para una población que a punto de cumplirse el centenario de la Revolución Mexicana, muchos hogares carecen de agua potable, millones de mexicanos carecen de acceso a los hospitales públicos, en los últimos años las propias crisis económicas recurrentes han llevado a la deformación de la economía con un crecimiento importantísimo de la economía informal, subterránea, ilegal.
Millones de personas laboran en “esa otra economía paralela” y lo hacen a destajo sin ninguna prestación, esto es, ni ellos ni nadie están previendo por sus necesidades inmediatas de vivienda, ahorro, ni futuras por salud y pensión.
Por supuesto, millones de personas laborando en la calle sin ningún tipo de paraguas social serán también parte de la tercera edad cada vez más cuantiosa después del 2050. ¿Quién velará por sus necesidades de atención y comida?
SERPIENTES Y ESCALERAS
Hay que mirar a futuro: tienen que construir una mayor red de hospitales públicos a lo largo y ancho del país, muchos orientados a un tema en específico como es la atención geriátrica.
El gobierno debe dotar a la población de un esquema de salud pública universal, una especie de seguro médico anual que se pague en las oficinas del IMSS, SSA o ISSSTE para mantenerlo vigente pero que permita que personas desempleadas, autoempleadas, en la economía informal, subterránea, retiradas etc., puedan tener derecho a curarse. Sin candados, ni restricciones que sea más universal y efectivo que el Seguro Popular.
Segundo, dentro del ahorro para el retiro en el esquema de las Afores, una parte del dinero es para la pensión, otra parte es de la subcuenta de vivienda para utilizar dicho dinero para acceder a un crédito Infonavit.
Por supuesto este dinero acumulado por parte del trabajador y su patrón, puede utilizarse únicamente cuando el trabajador está en activo dado de alta en el IMSS, el problema es que hay millones de personas que tienen acumulado dinero en su subcuenta de vivienda, que no tienen más trabajo formal, no han vuelto a cotizar en el IMSS y que trabajan en la calle o por su cuenta.
Debe crearse un esquema para facilitar que todas esas personas puedan usar ese dinero ya acumulado que además les pertenece para adquirir una casita del Infonavit.
Yo creo que a todos, nos interesa llegar a la tercera edad sabiendo que podemos ir a un hospital público y recibir medicinas y atención y que tenemos un techo seguro donde dormir. Son dos aspectos fundamentales rumbo al 2050.
P.D. Estimado lector le invito a que participe sobre el tema en mi blog: http://claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

(Visited 1 times, 1 visits today)