POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

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-Slim, número uno del mundo
-Ganar en medio de la crisis
-Diversificación es la clave

En medio de una las peores crisis económicas que el capitalismo recuerde, resulta que más familias llegaron a ser millonarias en Estados Unidos y Carlos Slim Helú, empresario mexicano, desbancó a sus competidores para ubicarse como el hombre más rico del planeta.
Lección número uno: en una crisis no todos pierden, los causas de una crisis económica tienen efectos distintos entre los participantes de la economía, su grado de vulnerabilidad dependerá de su alta o baja exposición a los factores de riesgo.
Lección número dos: en una crisis mientras que por un lado sucede una destrucción de capital y activos por otro lado se consigue realizar una acumulación de capital.
Lección número tres: Entre mayor sea el grado de dependencia hacia un factor, insumo, variable o mercado mayor será su grado de exposición. Si hablamos de países, el ejemplo lo encontramos en México, su alta dependencia hacia el mercado y el ciclo económico estadounidense nos arrastró a la peor crisis de que se tenga memoria; asimismo la dependencia hacia el petróleo ocasiona permanentemente una grave distorsión en las finanzas públicas.
Lección número cuatro: Nunca hay que poner todos los huevos en la misma cesta, la clave es y seguirá siendo diversificar posiciones e inversiones. Muchas personas con su dinero en solo fondo de inversión resultaron perdedoras con la crisis, la diversificación permite equilibrar el riesgo.
Lección número cinco: Toda crisis hace más pobres a los pobres y brinda más oportunidades para los ricos de continuar acumulando mayor riqueza, la lógica es que son los grandes capitales los que mueven los mercados, conocen tan bien la economía global que se anticipan a los eventos negativos aunque en buena medida los grandes capitales muchas veces pueden ser culpables de desencadenar crisis.
Lección número seis: En medio de una crisis se desata el apetito especulador del jugador que participa en una economía global y ve oportunidades entre las pérdidas. Muchos suelen enriquecerse siguiendo dicha filosofía.
Lección número siete: Cual ave fénix los grandes capitales aparecen para comprar aquellas empresas quebradas por la crisis pero que sin embargo representan un buena cuota o nicho de mercado. El que no arriesga no gana, ellos lo hacen comprando barato.
A COLACIÓN
La noticia eclipsó a cualquier otra, Carlos Slim Helú es ya el hombre más rico de entre los ricos del mundo con una fortuna de 53 mil 500 millones de dólares, dejando atrás a los dos hombres que tradicionalmente venían ocupando el primero y segundo lugar, me refiero a Billy Gates y Warren Buffet.
Slim Helú logró incrementar su caudal en 18 mil 500 millones de dólares más el año pasado, a pesar de la influenza, la caída de la economía mexicana, el incremento del desempleo; la contracción del PIB estadounidense, la volatilidad bursátil en México, Estados Unidos y Europa; la debilidad del dólar, la desconfianza en los fondos de inversión, la quiebra de poderosos conglomerados financieros.
No cabe duda hay mucho que aprenderle a Slim Helú como estratega, él junto con su equipo de asesores en el arte de los negocios y el feeling para decidir moverse de un sitio para irse a otro, de comprar aquí o allá de apostarle a nuevos mercados.
Es bien cierto que la fama y la fortuna de Slim Helú saltaron a la palestra cuando adquirió Teléfonos de México (Telmex) lo más interesante es que la carrera millonaria del ingeniero no ha dependido de Telmex, sino de una diversificación en las inversiones y en los mercados. De hecho tal parece es una cuestión de orgullo que quiera conservar tanto Telmex como Sanborns.
Se trata de un hombre de negocios de una sola pieza, al que le gusta vivir bien, pero sin grandes excesos, inclinado por las inversiones en arte pero de una visión austera en muchas otras áreas.
Hace poco en una entrevista leí que Slim Helú no tiene avión propio, cuando requiere realizar un viaje privado le pide a un amigo le preste el suyo (una forma de ahorrarse un buen dinero por impuestos y mantenimiento de un avión).
Si nos preguntamos, ¿qué lo ha hecho ser lo que es? Diría que llegar a ser “el Rey Midas de la globalización”, como una vez le bautice no es cuestión de arte de magia, sino de apetito para los negocios, ambición, mucha inteligencia, además arriesgar, apostar y especular en su momento y primordialmente diversificar.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Carlos Slim Helú es un empresario visionario, tal parece que tiene un caparazón y deberíamos pedirle el secreto porque su capital no se amedrenta, sino todo lo contrario. No le quitó el sueño que el PRI perdiera la Presidencia, ni que el PAN gobierne o que la ciudad de México sea un bastión perredista.
El ingeniero se acomoda en las circunstancias y lo mismo ha dialogado y dialoga con los del PRI, PAN, PRD y todos los demás partidos.
Es, además, una figura popular, su estilo bonachón es muy aceptado por mucha gente en México y no teme exponerse a ir a los toros en la Plaza México, eso sí, rodeado de guaruras pero cuando baja la escalinata rumbo a su lugar la gente le saluda, algunos le dan palmadas en la espalda, otros más le salen al paso para darle la mano.
El cambio, como dice Slim Helú, refiriéndose al cambio político, no le afecta siempre y cuando se respete el ritmo del mercado y la no interferencia en la economía.
Habría que decirle que todavía la ciudadanía en general no hemos sabido bien a bien cómo sacarle provecho al cambio político, a la democracia y seguimos en espera de ser ciudadanos de primera en materia económica, aguardamos con esperanza que la democracia política pueda permear en una fehaciente democracia para el bolsillo.
De la pobreza, Slim Helú, dice que es el peor negocio para un empresario y que lo más deseable es que cada vez haya menos pobres y más personas con posibilidades de acceso real al mercado de consumo.
Quizá tendremos que pedirle asesore al presidente Felipe Calderón y a sus secretarios de Hacienda, Economía y Agricultora que les pase tips de cómo manejar la economía mexicana, les comparta información privilegiada que seguramente él tiene de mucho mayor nivel para poder oportunamente mover sus capitales de un lado a otro o comprar tal o cual paquete accionario.
A lo mejor tendríamos que pedirle fuera presidente de México.
P.D. Estimado lector le invito a que participe sobre el tema en mi blog: http://claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

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