Como era de esperar, el dirigente nacional del PAN, Cesar Nava, fue abucheado por propios y extraños de ese partido, al momento de arribar a Reynosa para apoyar la precandidatura de José Julián Sacramento al gobierno del estado. Pero el abucheo no fue tanto por su visita, sino mas por la forma en que engaño a la militancia de su partido, y por haber quedado como un mentiroso luego de haber reconocido que había hecho un pacto siniestro y malévolo con la dirigencia del PRI, para evitar alianzas en el Estado de México en las elecciones del próximo año.
La rebatinga fue por eso, porque si un dirigente nacional miente en esa forma, ¿Qué se puede esperar de los demás? José Julián Sacramento dijo en su reciente visita a Nuevo Laredo, que no metería las manos por Nava, al haber dicho que cada militante sabe lo que hace y lo que dice cuando abre la boca.
¿Si eso hizo, como sabrá la militancia del PAN que no entregara al PRI la presidencia de la Republica al nefasto gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto? Sabemos bien que en el PAN el entreguismo es la tónica cotidiana, pero lo peor es el entreguismo que hacen sus dirigentes cuando de obtener un cargo político se trata. Y si no, que le pregunten al agente aduanal Salvador Rosa, cuando le pidió a los que aspiraban a obtener las primeras cuatro regidurías, la miserable cantidad de 100 mil dólares. ¿Cómo se le puede llamar a eso?
Pero si eso ocurre en el PAN, en el PRD las cosas están peores, ya que pseudo dirigentes como Jorge Valdez Vargas, actual regidor por ese partido, se encuentra inhabilitado de sus derechos políticos en el PRD, solo por entorpecer el proceso de alianza entre ese partido, el PT y Convergencia, y todo para favorecer al PRI, porque hemos de saber que este personaje es mas priista que cualquier militante de hueso colorado priista.
Valdez es investigado por la comisión de honor y justicia del CEN del PRD, por lo que además de estar inhabilitado para hablar de ese partido o representarlo, pudiera ser expulsado por traidor y mala leche.
Pero el teatro que monto en su visita de la semana pasada el dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, en su visita a Nuevo Laredo, fue tan simulado que nadie se lo creyó, de que Francisco Chavira y Valdez Vargas son ya los grandes amigos, y aunque tal vez si lo sean en sus vidas privadas, en política no se pueden ver, ya que ambos aspiran a escalar los mismos cargos políticos dentro de ese partido.
Tal vez fue para hacerle creer a la escasa militancia del PRD local, que en realidad ambos pueden compartir el mismo terreno. No lo creo, aunque lo que si puedo ver, es que de los dos el menos peorcito es Chavira, a quien por cierto la empresa Lavin y Asociados ha puesto en el firmamento político, al haberlo colocado como el virtual ganador de una ridícula encuesta aplicada a 100 militantes para saber sus preferencias pre electorales.
Y aunque usted no lo crea, Chavira se llevo a los demás aspirantes, los que son unos perfectos desconocidos. ¿Cómo es posible que Chavira haya obtenido el 53% de los votos de esa encuesta? Bueno, aunque si la lógica se impone es de entender que ese porcentaje que abarca a solo 50 personas, no es nada representativa en el plano de la realidad concreta, es decir, que se trata, si usted lo quiere ver así, de una encuesta dirigida y pagada por el mismo Chavira, para quedar más que fijo en las preferencias electorales de ese partido.
En otro tema, que valiente se ha mostrado el obispo Gustavo Rodríguez Vega, al decir sin tapujos, que en esta ciudad se tiene que decir la verdad directa y clara, sobre lo que está sucediendo en materia de inseguridad, ya que las autoridades civiles, militares y políticas, solo le han dado vuelta a un asunto que no quieren encarar.
Con la postura que está tomando la Iglesia Católica en el país, no solo veo con preocupación que el liderazgo de nuestras autoridades se ha perdido o se esta perdiendo, gracias a la ineficacia con que se aplica la justicia, y a la forma en que nuestras autoridades policiacas, ya sea de la PGR, PJE y la policía municipal actúan cuando se trata de combatir la inseguridad y la delincuencia, sino porque bajo ese contexto, la Iglesia esta reasumiendo de nueva cuenta, el liderazgo que había perdido desde que se les combatió allá por los años 40.
Lo que si es cierto es que la Iglesia Católica ya tiene recuperado parte del poder perdido, y lo está asumiendo para consolidarse en estos momentos de incertidumbre provocada por la violencia,
como el líder que busca la sociedad.
Por otro lado, por este conducto felicito a mi compañero José Luis García, mejor conocido como ‘Choche’, por haber cumplido dos semanas al frente de la subdirección de comunicación social de la presidencia municipal. Lo está haciendo bien porque tiene deseos de hacerlo bien, y porque es un joven con mucho futuro por delante.
Hasta mañana
