Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Los puentes

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No estamos de acuerdo con la ley que ha orillado a holgazanear, desde nuestra óptica, un poco más de lo que ya estábamos acostumbrados. El hecho de descansar este lunes por situaciones que tienen que ver el próximo domingo, nos parece algo así como un reconocimiento a la holganza, a la pereza y a la mediocridad en que estamos sumidos y que se refleja en el accionar de quienes hacen leyes, emiten acuerdos y claro, principalmente, acuden a sesión a insultar y hacerse insultar, a convertir un sagrado recinto patrio en un verdadero circo arrabalero, de quinta categoría.
Antes, cuando el día “feriado” coincidía con lunes o viernes, e inclusive, en martes o jueves, la gente se daba mañas para tomar un buen descanso y así, convertir una fiesta nacional o internacional en un puente vacacional, que hoy, pomposamente, se le llama “fin de semana largo”, como una justificación para que “nadie” piense que somos holgazanes. ¡Qué cosas! Como si cambiar el nombre justificara las cosas malas.
Bajo ese criterio, el gobierno federal debiera cambiar el nombre a otros problemas de autoridad para justificarlos: justicia social, alza desmedida de impuestos, carestía, inseguridad, falta de cobertura en educación y salud y otras cosas, que con un poco de ingenio, podrían llamarse de manera distinta como “oportunidades desvanecidas”, “incremento sostenido de precios”, “sistema recaudatorio acelerado”, “distracción en vigilancia” y otras más.
Como si el cambio de nombre fuera todo.
El caso es que, el próximo domingo celebramos a Don Benito Juárez García, el llamado “Benemérito de las Américas”, y también recordamos que inicia la primavera, aunque esto último nada tiene que ver con la fiesta y la holganza, curiosamente.
Y la ley explica que cuando hay uno de esos muy pocos días de descanso obligado, para efecto de que no se pierda fuerza laboral en el país, se descansará el lunes anterior al festejo. Mire que el día 15 cantar el Himno a Juárez o depositar una ofrenda en su honor… Estas cosas solamente suceden en nuestro país, porque, además, mucha gente estará citada “voluntariamente” el domingo 21 para rendir el homenaje que en forma coordinada entre autoridades civiles y liberales ofrecen en memoria de quien instituyó las Leyes de Reforma e hizo famoso aquel histórico pensamiento: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Pero la verdad, suponemos que no se estará aprovechando bien el famoso puente, dado que el sector turístico sigue en una verdadera crisis propiciada por diversos, muy diversos factores, mismos que han logrado que el turista, el paseante, se aleje de esos destinos que, por lo general, en un puente del tipo que nos ocupa, tenían un muy buen promedio de ocupación hotelera, con lo que significa también: lleno en restaurantes, bares, tiendas, venta de souvenirs y una serie de servicios que se ofertan al paseante y que representan un buen dinerito para los que viven en estos sitios privilegiados, o por la naturaleza, o por autoridades de turismo que han convertido en paraíso los sitios, como sucedió en Can Cún.
Y este tipo de acciones, en definitiva, desalientan a quien desea hacer algo por progresar. El descanso no merecido no es bueno, y somos de esta idea porque cada semana los trabajadores disfrutamos de uno o dos días de asueto de acuerdo a nuestro empleo, es decir, sí tenemos momentos para la recreación y el esparcimiento, por lo que no se justifica descansar de más.
Hace años, los días festivos tenían coincidencia con fechas que nos permitían programar viajes de “puente” y que se disfrutaban mucho; cuando el día coincidía con descanso, con sábado o domingo, nos “lamentábamos” porque como fuera, era un día de asueto.
Eran producto del orden del calendario, y no por decreto.
La situación es que muchos integrantes del sector de la industria sin chimeneas se quejan de que están casi en quiebra. El eterno quejoso, don Antonio Carcur dice que los hoteles están a un minuto de quebrar, de cerrar, sin embargo, sucede lo que con el lobo del cuento: es tanto lo que se dice lo anterior que ya no se cree, porque inclusive, cuando hay ocupación de más del 80 por ciento, los empresarios se quejan.
Pero no podemos desconocer que sí se vive un problema propiciado por aspectos sociales y materiales, y sobre todo, porque la recesión de 2009 está comenzando a hacer impacto negativo en la sociedad.
Ya muchos ciudadanos estamos teniendo que hacer una y dos o más veces las cuentas para que nos alcance el dinero. Hoy se está notando la falta de circulante y en el campo del turismo se está viviendo la “resaca” de una ineficiente acción que ha sido apoyada en su totalidad por el gobierno, pero que tiene por ahí uno o dos malos funcionarios.
Los puentes, en definitiva, somos de la idea de que no dejan mucho de bueno. Hermoso fuera si cuando se propician, la ciudadanía tiene circulante, dinero, para dejarlo “regado” en hoteles y restaurantes, bares y cantinas, tiendas de abarrotes y souvenirs, alquiler de automóviles y demás servicios que hacen que el turismo se regodee cuando es el tiempo de vacas gordas, aunque sea únicamente por unos días de puente.
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