Daniel Lizárraga
MÉXICO, D.F., 20 de marzo (Proceso).- El Presidente Felipe Calderón ha preferido apretar el cinturón a la gente aumentando el salario mínimo en sólo 2 pesos con 58 centavos; se ha arriesgado a incomodar a los industriales con el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) y, recientemente sacrificó a la burocracia reduciéndole el gasto corriente, antes que tocar a las familias presidenciales cuya manutención histórica alcanzará por lo menos los 438 millones 841 mil 787 pesos –alrededor de 33.7 millones de dólares- durante el año 2010, cifra sin parangón en el mundo.
Antes y después de la reciente crisis financiera internacional en ninguna otra parte de América Latina, los ex mandatarios cuentan con oficinas ocupadas por servidores públicos a sus órdenes y sostenidas con el erario. En México, cuatro ex presidentes disponen de 89 funcionarios cuya nómina durante los últimos 32 años ha costado a los contribuyentes 229 millones 132 mil 248 pesos.
De acuerdo con una investigación de Proceso, estas cifras podrían aumentar cuando se contabilice la nómina de los 78 militares –Del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea- asignados a los ex mandatarios. El Estado Mayor Presidencial ha clasificado estos datos como “confidenciales” y, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) aún no se ha pronunciado.
Hay tres maneras de pertenecer a la socialité mexicana: tener un apellido de abolengo que venga desde principios del siglo pasado, pertenecer a las familias de empresarios poderosos o estar bajo el cobijo de la nobleza política, compuesta por las familias de los ex presidentes.
Mientras los empresarios –libaneses o judíos- han forjado sus fortunas mediante el trabajo de generaciones, las familias de los ex mandatarios han alzado el vuelo gracias al erario. Por ejemplo, la manutención del ex presidente Luis Echeverría Álvarez durante 32 años ha significado 133 millones 605 mil 541 pesos distribuidos entre sueldos -81 millones 228 mil pesos-, aguinaldos -1 millón 443 mil pesos- y nómina de 23 empleados -50 millones 933 mil pesos-
En la primera semana de marzo pasado, el suplemento Club del grupo Reforma –uno de los más vistos entre la socialité mexicana- dio una amplia cobertura a la boda entre Lorena Tovar y López Portillo –nieta del ex mandatario José López Portillo- con Gerardo Díaz Ordaz –nieto del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz-.
Hasta antes de su muerte en febrero del 2004, José López Portillo obtuvo del erario por lo menos 52 millones 609 mil 494 pesos –entre salarios y aguinaldos- además de un seguro de vida que pudo cobrar su familia estimado en alrededor de los 8 millones 204 mil pesos.
Pero el fallecimiento de este personaje no significó que desapareciera el apoyo a sus descendientes. Actualmente, su segunda esposa la actriz Alejandra Acimovic Popovic, conocida popularmente como Sasha Montenegro –una estrella del cine de ficheras en la década de los ochenta- percibe una pensión de alrededor de 102 mil 561 pesos, un aguinaldo de 21 mil 875 pesos, además de los seguros de vida y de gastos médicos mayores.
En seis años y hasta el cierre del año 2010, ella habrá recibido unos 8 millones 553 mil pesos de jubilación, de acuerdo con cifras proporcionadas a Proceso por la Presidencia por medio de la Ley Federal de Transparencia.
No obstante, sobre el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz no hay información confiable en los registros de Los Pino y, en las resoluciones del IFAI toda vez que hasta antes de 1973, las pensiones no estaba reglamentadas. Lo que ganaron antes era discrecional.
Extracto del reportaje que se publica en la edición 1742 de la revista Proceso, ya en circulación.