Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa,Tamaulipas.-Si quedaban algunos resquicios de aquel fracaso electoral del 2006, en donde Everardo Villarreal Salinas tuvo que enfrentar su primer escoyo político, con la elección de candidato a la presidencia municipal por el PRI esa cuenta del pasado ha sido totalmente pagada e inicio el ajuste con la elección federal del 2009 en que fue electo diputado federal y hoy se encuentra con posibilidades reales de ser el próximo inquilino del Palacio de Juárez y Morelos en la Zona Centro.
El tiempo le permitió a Villarreal Salinas no solamente ajustar cuentas del 2006 con la elección federal siguiente del 2009, si no que de paso su capital político lo llevo a ser el candidato a la presidencia municipal por el PRI y hoy pocos se atreven a dudar de sus posibilidades de salir victorioso en los comicios de Julio próximo.
Su familia ha sido quizás su principal aliciente que lo ha mantenido a flote, pese a las escaramuzas que ha librado para llegar a la posición y momento actual, en el evento de convención municipal del PRI, en donde fue electo candidato a la presidencia municipal de Reynosa, fue abrigado del afecto y cariño de los suyos que orgullosos no dejaban de ovacionarlo y elogiarlo.
Su padre el empresario constructor Arturo Villarreal Tijerina se miraba orgulloso, contento y satisfecho de los logros políticos de su hijo a quien las circunstancias le han compensado sus quebrantos políticos del pasado, ni que decir de su suegro, el editor del periódico “La Tarde”, Orlando Deandar Martínez que ha sido un aliado incondicional y consejero del ahora candidato a la presidencia municipal.
Sin embargo, su principal soporte anímico ha sido su esposa, Deyanira Deandar de Salinas que lo ha acompañado en toda su carrera desde que comenzó como dirigente juvenil en la administración de Serapio Cantú Barragán (2002-2004) y hoy a la vuelta de unos años está en posibilidades de ocupar el principal cargo público de la ciudad.
En cada paso andado de Everardo, su esposa Deyanira ha estado a su lado para celebrar o consolar según sea el caso, y en la convención priísta, derrocharon su amor ante todos, cuando fue propuesto como candidato y después de recibir la constancia de acreditación como candidato a la presidencia municipal, corrió a sus brazos para besarla emocionado y feliz de vivir ese momento juntos.
La familia de Everardo Villarreal han representado su elemento básico para consolidar una fuerza y liderazgo que ejerce y domina a consecuencia del paso del tiempo, sin duda su carrera es producto de la confección de un destino que se pronosticaba efímero, pero que en los hechos se alista para adjudicarse el poder en los tiempos venideros, son pues los herederos del PRI y quienes habrán de administrarlo
