

– Aumenta demanda en un 30 % con motivo de la Semana Santa
Benito López Díaz/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Por período vacacional de Semana Santa las casas de empeño lucen repletas, donde la demanda de clientas por préstamos aumentó un 30 por ciento ayer lunes.
Los negocios del giro no se dieron abasto en todo el día para atender a la población que de forma numerosa llevó sus joyas a cambio de dinero en efectivo para salir de la ciudad en su mayoría, y otros para ayudarse en tiempos de crisis.
El gerente de la casa de empeño ubicada en el ocho Juárez e Hidalgo, zona centro, Gilberto Sánchez reveló que la demanda de clientes aumentó un 30 por ciento.
“No había mucho movimiento hasta la semana pasada, de hecho había bajado bastante, pero ya este inicio de semana hay más flujo de clientes”, señaló.
Indicó que la población atraídos por las vacaciones de Semana Santa y sin dinero para salir de la ciudad, utilizan los créditos prendarios para obtener dinero rápido en efectivo.
Consideró que el flujo de clientes en los comercios del ramo debe aumentar cada día más conforme se lleguen los días fuertes de la temporada, como son miércoles, jueves y viernes.
PARA VACACIONES
Julio Guillén Hernández, acudió a la casa de empeño a dejar una esclava, dos relojes y una medalla en garantía, a cambio le dieron 850 pesos a pagar en tres meses, con el fin de usar ese dinero para irse de vacaciones.
“Voy a juntar ese dinero con el que tengo y así viajamos más desahogados, ya cuando regresemos a ver cómo le hacemos para recuperar esas joyas de oro”, relató.
POR LA CRISIS
A diferencia de Julio, la ama de casa y habitante de la colonia Ampliación Ravizé Alma Sánchez Canseco, visitó la casa de empeño para dejar un anillo, medalla y crucifico.
“Lo que me den no lo quiera para vacaciones, es para seguir haciendo tamales y venderlos, es de lo que mantengo a mi familia, porque ahorita no saca uno ni siquiera para volver a surtir”, relató.
Sánchez Canseco narró que es la primera ocasión que obligada por la necesidad acude a uno de estos negocios, donde empeñó la humilde herencia de su mamá que murió hace quince años.
De esta forma las casas de empeño se coinvirtieron en un tanque de oxígeno para las familias más humildes en la ciudad, que bajo cualquier medio buscan salir de vacaciones en Semana Santa o enfrentar la crisis.