Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Fueron llegando, unos en camión otras en micros y unas más a pie, venían de las colonias cercanas y lejanas, de la capital y de otros municipios.
Unas y unos cargaban con matracas y tambores, con camisetas alusivas al candidato, del que buscaban palabras de aliento ante un futuro incierto.
Todas en el mismo tono, todas integradas a la algarabía que el Partido Revolucionario Institucional como en sus mejores tiempos propiciaba.
Ellas y ellos, saben que estos tiempos son fuertes para la esperanza, para la ilusión ciudadana.
A Doña Juanita López Terán de la Colonia Moderna le gusta la política “desde abajo” jamás ha aspirado a ningún cargo, encomienda ni nada que se le parezca sin embargo ahora cono siempre esta ilusionada:
“Siempre es bueno tener la ilusión de que nos va a ir mejor, que nuestros hijos van a encontrar trabajo, que nos darán apoyos para la colonia, que los nietos pueden alcanzar una beca, en fin que alguien va a hacer algo por nosotros, por eso es mi contento, además que al Doctor Rodolfo Torre lo conocemos desde antes, cuando era Director del DIF en Victoria, siempre estuvo atento a las peticiones, por eso estamos aquí, con él”.
Doña Juanita al igual que un universo anónimo de mujeres, hombres, niños y jóvenes fueron ayer parte de la multitud que arropo la toma de protesta del candidato del PRI, pero más allá que apenas lo alcanzaron a ver en una pantalla gigantesca; otra mujer que como Doña Juanita expone su sentir es Doña Rosa Puente Torres, de la Colonia Benito Juárez, quien tuvo que aguantar hasta el regaño de su marido Nicolás, porque apenas amaneció y junto con otras vecinas fue al llamado de la jefa de seccional:
“Nosotras somos como las invitadas de piedra de la política, pero la verdad que eso no nos importa, pues a la gente como nosotras lo que cuenta es que todos los políticos que uno ve de lejos, al momento de sentarse en la silla, se acuerden del rosario de necesidades que tenemos, pues por decir en mi colonia falta mucha seguridad, ni siquiera a velador llegamos, además muchos de nuestros hijos han tenido que dejar la escuela para ponerse a trabajar, pues lo que se gana no alcanza ni para lo más indispensable”.
¿Cuáles serán las peticiones? –Se le pregunta—
-Antes que nada la seguridad, esa es la mortificación mayor, después obras para las colonias y fuentes de trabajo para nuestros muchachos, ya que al no tener ocupación de plano agarran la calle u otras mañas peores, por eso es que estamos aquí porque es una esperanza saber que los políticos nos pueden atender los reclamos que día a día se tienen, sabemos que no hay varitas mágicas para resolver todo, pero dice el dicho que la esperanza muere al último.
En este contexto con su nieto en recargado en su regazo y una sonrisa instantánea, Doña Pilar Jiménez Cruz, de la Colonia Revolución Verde menciona que la gente no espera más que receptores para sus necesidades:
-Uno de pobre siempre tiene necesidades, y más en estos tiempos en donde hasta se batalla para comer, por eso en mi caso me gusta andar en esto de la política, porque bien que mal los políticos cuando agarran puesto nos echan la mano, ya sea con despensas o medicinas cuando lo necesitamos, ellos saben que aunque no se acuerden ni como nos llamamos, juntas representamos mucho, pues sin nosotras ellos simplemente se pueden quedar en el camino.
Desde su punto de vista, el apoyo popular es muy importante:
“En eso se deben de fijar todos los que van a andar detrás de nuestro voto, porque nosotros queremos que nos volteen a ver de verdad, que vayan a nuestras colonias, a donde trabajamos, que lleguen hasta el pueblo para que vean de verdad como nos la estamos pasando, no es fácil enfrentar la situación actual, en donde no hay trabajo, tampoco los apoyos necesarios para que nuestros hijos salgan adelante”.
Puntualiza que es buen tiempo para conseguir que los políticos les hagan caso.
Igual Piensa Felipa Zapata Yepéz, quien es jefa de familia y vendedora de helados:
“A mi ya de hecho me fue bien, ya vendí casi todo por lo que mis hijos van a comer y cenar bien”.
Narra que a sus 24 años con apenas la primaria terminada, no a encontrado trabajo por ningún lado:
“Lo que sucede que para una mujer que es padre y madre, es muy difícil salir adelante, pues o trabajar o cuidas a los hijos, los míos todavía están chiquitos por lo que tengo que andar dejándolos encargados para irme un rato a la venta, que es el único empleo que se acomoda, ya que trabajando en casa tengo que estar ocho horas y no se puede, por eso si me preguntaran que le pido a los políticos, pues que pensaran en las mujeres que como yo, son jefas de familia y se hicieran programas de empleo que se acoplaran a lo que necesitamos, además que dieran apoyos reales en el pago de luz, de agua, despensas, eso es lo que esperamos de los políticos en estos tiempos”.