Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Encuestas ¿creíbles?

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– Hemos visto ya los primeros resultados de las encuestas a nivel nacional, y han despertado una serie de comentarios lógicos: quien se encuentra arriba, supone que están bien elaboradas, pero los que no han sido favorecidos o no tienen la más remota idea de lo que es la congruencia y el reconocer que no son favorecidos por la gente, afirman que están vendidas.
En lo personal, siempre hemos sido de la idea de que las encuestas, si bien es cierto que reflejan una parte de la realidad, o como dicen algunas personas: fotografían el ámbito que se vive, pensamos que no son exactas, y mire que no es porque los métodos científicos que se siguen y efectúan puedan fallar, sino porque el factor humano siempre interviene.
En el caso de los procesos electorales, entendemos que en México hay absoluta libertad para votar. Lo afirmamos, lo sabemos, y todos constatamos que el día de la elección votamos por quien nosotros queremos, sin que nadie esté vigilando el momento en que imprimimos nuestro voto con la preferencia que elegimos.
Es una garantía el proceso electoral en nuestro país, y eso lo sabemos todos.
Como anécdota: llegó en una ocasión un candidato de cierto partido a la sala de prensa donde nos ubicábamos y, obvio, nos pidió el voto, a lo que todos dijimos que sí, incluido el columnista.
Al otro día, otro candidato mucho menos popular hizo lo propio, y muchos rieron con él. El columnista asintió afirmativamente cuando pidió el voto, y no faltó a quien reclamara: “hey, si ayer le dijiste a Tomás que ibas a votar por él”. El columnista contestó: “¿Y querías que me enemistara con alguno de los dos?”. Finalmente, Yarrington fue gobernador de Tamaulipas, y Cárdenas Gutiérrez no pudo obtener una buena votación.
Las primeras encuestas, del Gabinete de Comunicación Estratégica –GCE- que maneja el grupo Milenio da como favoritos prácticamente a todos los candidatos del PRI, lo que supuso comentarios de dirigentes nacionales: Paredes, por parte del PRI, Ortega, del PRD y “Navita”, del PAN.
La diputada Paredes se mostró reservada a pesar de que todos sus candidatos estaban arriba, y dijo algo parecido a un “nos da gusto, pero tenemos que trabajar, esto inicia”.
Ortega, por su parte, dijo algo así como que no estaba de acuerdo porque de plano, sus candidatos no levantan vuelo y la debacle del PRD en la República quedó reflejada en las encuestas, Oaxaca, Chihuahua, Veracruz, etcétera.
Y Navita, aquel personaje emanado de Los Pinos, descalificó el trabajo arduo de muchos encuestadores, asegurando que hay dos tipos de encuestas: las que son reales y las que se pagan, clarificando que las del GCE son de las segundas, es decir, como sugiriendo que el PRI las pagó y pidió resultados alterados.
Esta costumbre la conoce bien el candidato panista en Veracruz Miguel Yunez, quien se conoce como un perfecto tramposo de la política y quien por cierto no dejó hablar a los periodistas espetando una serie de barbaridades en la televisión nacional.
Es su costumbre, como la de muchos miembros del blanquiazul: cuando los números los favorecen, aseguran que hay democracia, hay transparencia y demás, pero no suceda que una elección o una encuesta no está bien, porque lo primero que hacen es ofender, descalificar, hacer todo lo posible por justificar su ineficiencia.
Navita ha demostrado cuan ineficiente es: salió quizá un poco más “malito” que aquel personaje llamado Germán Martínez, quien también descalificó a todos los que auguraron su derrota, y mire que se dio la caída del PAN en el país.
No se puede culpar a una casa encuestadora por los resultados que arroja su trabajo, aunque hay algunos que son cuestionables. ¿Quién sabe cuales son verdaderos y cuales son falsos?
Es algo que difícilmente se puede confirmar, inclusive, haciendo el trabajo avalados por notarios o testigos de honor. Las encuestas son así: una herramienta para darse una idea de la manera en que se presentan las cosas.
Es muy importante entender que es para DARSE UNA IDEA, y el hecho de que la ciudadanía esté fastidiada de los problemas de México que no ha sabido el gobierno federal capaz de arreglar, que estemos hartos de los problemas que nos ofreció el PRD durante meses, y que propiciaron su debacle y derrumbe total, no quiere decir que los encuestadores estén a favor del PRI.
Es una tendencia desde hace unos años en el país: el PRI va a retomar muchas posiciones que perdió por mil razones, y porque la gente está convencida que cuando se presentó la oportunidad de dar alternancia a otras fuerzas, éstas no supieron aprovechar la maravillosa oportunidad, y salieron más que tramposos, ladrones, pero sobre todo, ineficientes, y eso es lo que la ciudadanía ha castigado duramente: el que nos hayan mentido y ahora no vivamos mejor, como reza su frase publicitaria.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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