Seguramente el lector ha tenido más de una ocasión que sacrificar los momentos con los amigos o el juego; la costumbre de muchos de nuestros maestros y padres de ponernos toda la tarde a estudiar, en alguna época de nuestra vida nos alteró el “programa” que teníamos para esta tarde, ese día… o ese fin de semana.
La prueba ENLACE ha sido hoy la “culpable” de que muchos de nuestros hijos no puedan salir a jugar, ir al cine o simplemente, ver su programa favorito de televisión, porque les hemos pedido que se pongan a estudiar, lo que se concibe equivocadamente como memorizar todos los conceptos, fechas, nombres y explicaciones que, a través del apunte o el libro tenemos dentro de lo que se llama programa de estudios.
Y este problema o vicio es de todos los tiempos, todos los niveles, todos los grados.
En la pasada prueba denominada ENLACE, no nos fue muy bien que digamos, motivo por el que se pidió a los profesores ponerse la pila, mostrar un poco más de entusiasmo por cumplir con su trabajo, a manera de que, según este método que han “descubierto” las autoridades federarles de salud, podamos ufanarnos de tener una entidad con mucho conocimiento, con alumnos “aplicados”, es decir, con un promedio de aprovechamiento que oscila entre el “muy bueno” y el “excelente”. Nada más alejado de la realidad, porque estos métodos están más que caducos.
¿De qué sirve que un muchacho o un niño sepan cuándo gritó Miguel Hidalgo si no tiene idea de lo que significa “independencia?
A veces es más importante entender que memorizar. Se da en todos los niveles la presencia de aquellos alumnos que han memorizado en forma excelente los apuntes y libros sugeridos, de forma tal que cuando tienen una evaluación, presentan niveles de excelencia para envidiar en cualquier nivel: no hay errores, recuerdan las fechas por año, mes y día, así como también el lugar por poblado, ciudad, país, continente y hasta planeta.
No tienen empacho en recitar el nombre completo de los héroes de la independencia o de los pueblos prehispánicos; en saber que los cenotes sagrados estaban mayoritariamente ubicados en el sureste mexicano, y que pertenecían a la cultura maya.
En otros niveles, saben que cuando hay una operación matemática se tiene que hacer una fórmula y desarrollarla, o también saben que la gelatina de plata produce imágenes latentes pero invisibles que, luego de un proceso químico, convierten al celuloide en un negativo de fotografía para, a través de otro proceso en papel, descubrir la magia dela fotografía.
Nuestros alumnos también saben que hay 7 géneros periodísticos y que la entrevista es quizá el más importante, aunque el más completo se considera que es el reportaje.
¿Cómo se hace?
De eso no estábamos hablando.
Evaluaciones del tipo de ENLACE no nos dan una visión de la realidad: nos demuestran que nuestros hijos y sus amigos tienen capacidad para memorizar, algo así como la acción que repiten los famosos pericos que hablan lo que uno dice, pero que, a vuelta de algunos meses, no recuerdan más que una o dos cosillas.
No hay lo que se llama COMPRENSIÓN, que significa la diferencia entre el “nerd” y el que sí sabe, porque los primeros son esos alumnos que tienen un sentido de la ubicación en los apuntes y los libros… pero no en la vida cotidiana.
ENLACE ya tuvo resultados nada gratos que obligaron a que se hicieran las famosas “pre enlace” en todas las escuelas.
Pensamos –con todo respeto- que lo único que se busca con estas evaluaciones es calificar con un 10 o un “muy bien” a los profesores, pero no nos ocupan de lo que los mexicanos tienen que aprender.
Resulta muy importante que exijamos a los profesores de nuestros hijos una mayor capacitación y capacidad para invitarlos a investigar, a comprender, porque si el muchacho no tiene idea del principio de la plata y la luz, por más conceptos de fotografía que aprenda, nunca podrá hacer una buena placa mediante el arte de Daguerre y Niepce.
Tampoco podrá resolver problemas de álgebra, o no podrá tener la capacidad de entender por qué los movimientos sociales son lo que son para el ser humano; la revolución mexicana o la cubana, el movimiento de Independencia, o el por qué los golpes de estado se han estado sucediendo.
Es menester que se ocupen los maestros de que nuestros hijos aprendan y no memoricen.
Los primeros, son los que ocuparán los sitios de honor en una sociedad que cada día es más exigente.
Los segundos, serán empleados, secretarios de los primeros, o los pusilánimes ocupantes de un modesto escritorio.
Si queremos triunfadores, hay que enseñarles a pensar y no a memorizar.
Comentarios: [email protected]
Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!