POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

0

-Reforma financiera a la vista
-Paul Volcker: impulsar cambios
-No será la última magna crisis

Después de que el presidente Barack Obama impulsó una reforma para hacer universal un seguro médico en Estados Unidos siendo la más amplia cobertura de salud en la historia de ese país, su segundo cometido, es llevar a cabo una reforma la más profunda posible del sistema financiero.
Hay una plena coincidencia con Obama por parte de otros presidentes en este caso de Europa que también padecieron una alud con la crisis financiera que inició con las hipotecas subprime en la Unión Americana y en la que buena parte de los intermediarios financieros internacionales tenían metidas las manos.
Nicolás Sarkozy, presidente de Francia y Ángela Merkel, canciller de Alemania han sostenido la necesidad de impulsar cambios en la regulación del sistema financiero internacional, acotando el poder de las grandes empresas transnacionales, disminuyendo su tamaño y buscando mecanismos más férreos para controlar el riesgo.
El presidente Obama camina en el mismo sentido, con la prioridad de comenzar primeramente en lo interno para después hacer lo propio hacia fuera.
Faltan pronunciamientos más claros al respecto de temas como la opacidad en las cuentas, la necesidad de transparentar más los balances de los grupos financieros; reducir la discrecionalidad del secreto bancario y el tópico de los paraísos fiscales.
El caso es que las cosas, en materia financiera, no pueden seguir siendo manejadas, operadas y administradas como hasta ahora.
La magna crisis de los albores de siglo XXI ha desnudado muchas carencias y deficiencias, si somos inteligentes tendremos que aprender a corregirlas.
Una muy clara: el enorme poder de los grupos financieros, su tamaño en activos, concentración de mercado implican asimismo una enorme concentración de poder y de riesgo. Influyen para bien y para mal. Empero, la forma en cómo ocultan sus cuentas y operaciones no hacen más que poner en riesgo a toda la sociedad.
Los secretos, opacidad y discrecionalidad en el tema financiero sirven para proteger a mafias, carteles y grandes capos con dinero mal ávido producto del narcotráfico, venta de armas, secuestros, terrorismo, narcoguerrilla y otros negocios turbios.
Hay una imperiosa necesidad por transparentar las operaciones bancarias y financieras en general.
Una verdadera urgencia por cambiar los esquemas de riesgo y quiebra en bancos y demás intermediarios financieros.
A COLACIÓN
Días atrás me capturó con enorme atención una entrevista entre Guillermo Ortiz Martínez, ex gobernador del Banco de México y Paul Volcker, ex director del Tesoro de Estados Unidos, durante la Presidencia de Jimmy Carter y Ronald Reagan.
Se trató, sin temor a equivocarme, de un material digno de conservarse para todo estudiante de economía y profesionista en el ramo.
Para Volcker, quien actualmente funge como director del Consejo para la Reconstrucción Económica del presidente Obama es perentorio que los grupos financieros absorban mayores responsabilidades, reciban más sanciones cuando se trate de malos manejos financieros y los accionistas junto con el Consejo de Administración paguen por sus culpas.
Lo que debe estudiarse, dijo, es la forma de permitir que un grupo que ha hecho malos manejos quiebre ocasionando el menor costo económico y social posible.
Y es que, en efecto, Volcker lo ha explicado muy bien con esta crisis: “El problema es cuando se socializan las pérdidas y las ganancias se capitalizan para un minúsculo grupo de accionistas y miembros del Consejo”.
No podemos permitir que esto siga sucediendo que sea el gobierno el prestamista y salvador de última instancia y que los costos pasen directamente a las finanzas públicas y con ello el erario resulte deudor debido al esquema de salvamento.
Las crisis por regla tienden a hacer más pobres a los pobres pero curiosamente la destrucción de capital es a veces muy rentable para determinados grupos que salen todavía más grandes y fortalecidos.
Lo decíamos en columnas pasadas en una crisis “no todos salen perdiendo”.
Por supuesto, la discusión es todavía más sensible cuando de grupos financieros se trata, cuando son bancos los que están a punto de quebrar porque entonces el dilema es dejar que se pierdan o no los recursos de los ahorradores.
Es verdad que en casi todo el mundo, los sistemas bancarios tienen un seguro de depósitos para proteger hasta determinada cantidad de ahorros por institución en caso de quiebra, se trata de garantizar la devolución de dicha cantidad para el cliente.
En México, tenemos un seguro de depósitos de hasta 400 mil Udis, por persona física y moral, por institución bancaria. El valor de las Udis cambia todos los días, ayer una udi valía 4.4583 pesos, por lo que la cobertura de garantía en caso de quiebra de un banco en el país es de 1 millón 783 mil 310 pesos hasta esa cantidad se devolvería a un ahorrador.
Cada país tiene distintas coberturas para los ahorros de las personas, lo que entiendo es que México tiene una de las garantías más altas quizá por ello nos cuesta tanto nuestros sistema financiero.
Pero, insisto es un tema altamente sensible porque los bancos trabajan con dinero de la gente, de la sociedad y ojalá se pudiera permitir que quebraran con una gran facilidad sin que ello provocara una ola de nieve que trastoca muchos otros sectores hasta colarse a la parte medular de la economía real.
Hasta la fecha no hay un mecanismo en ningún país ni a nivel mundial que realmente minimice los costos de quiebra de un banco o grupo financiero. Sin embargo, tenemos que instrumentar un mecanismo que provoque los menores daños colaterales posibles.
Como dice Volcker, un poco jugando al futurólogo, pero con toda la sapiencia y experiencia que trae consigo “ésta no será la última crisis provocada por un intermediario financiero” el riesgo es real y pueden suceder muchas más o peores que ésta porque el mercado además ha creado una serie de bombas de tiempo como los derivados, futuros, opciones, bonos basura muchos intangibles que movilizan billones de dólares por todo el globo terráqueo y que involucran a intermediarios de todos los tamaños.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

(Visited 1 times, 1 visits today)