Es uno de los factores que están detrás de la reciente revaluación del peso ante el dólar
El director para AL y el Caribe sugiere garantizar la estabilidad del sistema y evitar problemas
Riesgo latente de que una salida de manera abrupta provoque un desequilibrio financiero
Washington, DC, 24 de abril. El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a las autoridades mexicanas “reflexionar” sobre la conveniencia de crear un impuesto a los flujos de capital de corto plazo, uno de los factores que están detrás de la reciente revaluación del peso frente al dólar.
“Nuestra recomendación sería que las autoridades mexicanas traten de trabajar con el sistema financiero para garantizar la estabilidad de éste y evitar muchos, muchos riesgos”, declaró Nicolás Eyzaguirre, director del Departamento de América Latina y el Caribe del FMI.
El tipo de cambio, que a inicio de año rondaba 13 pesos por dólar, se ha revaluado 7 por ciento. Este viernes se cotizó en 12.10 pesos por dólar. La revaluación de la moneda, si bien beneficia a los importadores, afecta las exportaciones, el sector que está impulsando la recuperación de la economía después de la recesión de 2009. Otro riesgo es que, por tratarse de capitales que buscan rentabilidad pronta, los recursos salgan de manera abrupta y ello provoque un desequilibrio financiero.
Una de las razones de la revaluación es el ingreso reciente de capitales de corto plazo, que encuentran en el país tasas de interés mayores a las de naciones en desarrollo, con un riesgo relativo bajo. El diferencial de tasas entre los bonos del gobierno mexicano y los del Tesoro de Estados Unidos, que se emplea como un indicador del riesgo de inversiones en los mercados financieros, se ubicó la semana pasada en 1.29 puntos porcentuales, menos que Brasil (1.7 puntos) y Argentina (6.1 puntos porcentuales).
Eyzaguirre fue interrogado por La Jornada respecto de la conveniencia de que el gobierno mexicano cree un impuesto a los capitales de corto plazo, como lo hizo Brasil el mes pasado. Éste es uno de los temas que se ha discutido en la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial.
“México está teniendo un buen desempeño, pero ahora el panorama ha cambiado mucho y por eso es necesario reflexionar más”, respondió Eyzaguirre, quien también ha sido ministro de finanzas y gobernador del banco central de Chile. Si las autoridades consideran que la moneda tiene “fuertes presiones de apreciación que van mucho más allá, e insisto, mucho más allá, de lo que puede ser considerado como un nivel de equilibrio, entonces tal vez puedan comenzar con un impuesto sobre los influjos de capital”, añadió, al hablar en el marco de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial
Al responder a la pregunta sobre un impuesto a la salida de capitales de corto plazo, Eyzaguirre mencionó que el FMI no tiene una receta universal. En América Latina, apuntó, la situación de los países es muy diferente. Los hay exportadores e importadores de materias primas –que se benefician o se ven afectados por variaciones del tipo de cambio. Unos están endeudados, otros no. Unos tienen más relación que otros con la economía de Estados Unidos. México realiza 80 por ciento de su comercio exterior con este país.
“En el caso de países que tienen una calificación elevada (México es considerado en ese grupo) según los mercados internacionales, buenas perspectivas de crecimiento y políticas macroeconómicas sostenibles, en un momento en que hay abundancia de liquidez y una búsqueda importante de ganancia, esos países serán muy visitados, por así decirlo, por los flujos de capital”, apuntó.
Para el FMI, añadió, si un país comienza a recibir cantidades importantes de capital de corto plazo, “entonces debe comenzar por utilizar el tipo de cambio como factor mitigante”. En México, comentó, hay un tipo de cambio flotante, lo que consideró un punto favorable para la estabilidad financiera del país.
En el caso de México, consideró, es recomendable que se evite el ingreso de capitales de corto plazo. “Lo ideal sería básicamente evitar una disponibilidad de financiamiento externo de bajo costo y fácil, que pueda entrar en la economía y producir una especie de boom crediticio”.
Dijo: “nuestra recomendación entonces sería que las autoridades traten de trabajar con el sistema financiero para garantizar la estabilidad del sistema financiero y evitar riesgos que surgen por el hecho de no tener suficiente capital para un problema que pueda surgir más adelante; una gestión adecuada de las fuentes de financiamiento para minimizar la volatilidad del financiamiento; una gestión adecuada de los riesgos desde el punto de vista de los activos, para evitar lo que sucedió aquí en Estados Unidos con el mercado subprime (préstamos hipotecarios sin garantía adecuada). Podría haber pérdidas considerables y abruptas desde el punto de vista de los activos”.
El directivo del FMI consideró que las autoridades financieras mexicanas han tenido un buen desempeño en la crisis financiera y económica mundial. Sin embargo, dijo, ahora el panorama ha cambiado mucho y por eso es necesario reflexionar más.
“Si además de todas las posibilidades comentadas un país sigue pensando que su moneda tiene presiones fuertes de apreciación que van mucho más allá, e insisto, mucho más allá de lo que puede ser considerado como un nivel de equilibrio entonces tal vez puedan comenzar a trabajar en un impuesto sobre los influjos de capital”, planteó.
Apuntó que en el caso de un país integrado a los mercados mundiales de capital, como México, “cuanto más integrados estén los países mayor será la dificultad para establecer impuestos que no presenten alguna vía de salida, porque las fuentes de financiamiento son muy diversas y es extremadamente complicado poder tomar en cuenta todos los factores sin dejar algún elemento de salida que pueda ser aprovechado por los flujos financieros”.