El término es de por sí desagradable, ya que nos lleva a pensar en esos renegados de la vida que solamente piensan que su estirpe es la única, los xenófobos son algo aberrante en todos sentidos, y nuestros vecinos tienen mucho de ello.
El diccionario de la Real Academia Española lo define como “odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros, y nosotros lo definimos como la carencia de la capacidad de interactuar con otro tipo de personas de distinto origen, raza, nacionalidad, credo o clase social.
Los ciudadanos de Estados Unidos de América en muchos estados se han olvidado cual es el origen de su sangre: no han recordado que era un territorio hostil, donde tribus de indios habitaban tranquilamente, dentro de los parámetros normales que tiene un grupo social, y que había guerras pero éstas tenían razones naturales, es decir, no eran tan aberrantes que mataban porque sí.
Eran humanos, pues.
Y ahora, encontramos a un grupo de personas de piel blanca, ojos claros, cabello rubio –generalmente, aunque hay excepciones- que reniegan de quien tiene la piel de color oscuro o amarillo, de quien tiene el pelo rizado o de otra consistencia, de quien emite al hablar un acento no propio de ellos, cuando todo mundo sabe el origen del anglosajón: una mezcla de razas, de gente y de todo. La promiscuidad y otros factores los llevaron a ser lo que son y ahora, tranquilamente, reniegan de sus orígenes.
No hemos de olvidar que el territorio que nos robaron cuando el general López de Santa Ana era poblado por mexicanos –era parte de nuestro México- y aun así, se dan el lujo de renegar de nosotros, refiriéndose en forma despectiva a los habitantes de nuestra patria con términos como “frijoleros”, “nopaleros” y muchos otros que no son precisamente un apelativo agradable.
Hoy, la gobernadora de Arizona, que por cierto, no es gobernadora de Estados Unidos como lo dijo un conductor de radio y televisión ayer en le mañana, encabeza la decisión de tomar una actitud hostil para quien consideren que es ilegal, indocumentado, o simplemente, que no tiene la piel del tono que se les antoja a los policías que de por sí ya tienen una fama poco grata en ese país.
Hace muy poco tiempo decíamos en este espacio que hay testimonios de la brutalidad policíaca en los Estados Unidos contra gente de razas hispanas, y se pone de manifiesto la forma tan salvaje en que se conducen, sin tener el castigo que se merecen, y que la ley contempla, solamente por el hecho de sentir que son una raza aparentemente superior.
Se les ha olvidado que muchos de los problemas que padece nuestro México son consecuencia de sus malas acciones, y que el mundo entero está harto de la forma en que intervienen en otras naciones.
Recordamos cuando en un operativo militar sacaron de su país al general Noriega –en Panamá- para llevarlo a juicio, pasando por el arco del triunfo la soberanía de aquel país, las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos.
Los “gringos”, pues, se han caracterizado históricamente por abusar de las naciones en inferioridad de fuerza. Tal es el caso de Afganistán, Irak, Irán, los pueblos palestinos, Panamá y muchos otros, como ha sucedido también con ese bloqueo en el que han sumido a Cuba por décadas.
No decimos que los otros países sean un dechado de virtudes, sin embargo, estos americanos no entienden y se meten en todas partes, cuando no han recogido su tiradero, haciendo resaltar aquel rezo popular que dice: “candil de la calle y oscuridad de tu casa”.
Los integrantes del Congreso del Estado de Tamaulipas se han manifestado en contra de esta ley, en voz de su presidente, Felipe Garza Narváez, y la verdad, es tiempo de hacer algo yal el documento firmado por todos los diputados dice textualmente: en solidaridad con nuestros compatriotas que viven allá, manifestamos nuestra desaprobación y rechazo a esta legislación, ya que se vulnera el trato de equidad que debe otorgarse y no solo pone en evidencia la diferencia en el trato que nosotros damos a los visitantes de otros países, además de que esto sienta un mal precedente. No queremos imaginar lo que sucediera si otros estados de ese o cualquier otro país aprueban prácticas discriminatorias”.
La Sexagésima legislatura se manifiesta por la defensa de nuestros mexicanos, y pide acciones del gobierno federal. Esperarnos, sinceramente, que haya acciones que les dejen en claro que no son los amos del mundo, y que una convivencia general pacífica es mejor que actitudes xenófobas y estúpidas, solamente m con aquel alemán que se hizo famoso por pensar que su raza era la única, la superior: Adolfo Hitler.
Poco les falta para pensar así, y no debemos permitirlo.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!