Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *“Paca”, la de la arracada

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Así decían de aquel personaje ficticio que muchos hemos mencionado: mira quien me dice p… Paca, la de la arracada, haciendo remembranza a una persona de dudosa honorabilidad que se asustaba de las demás de su entorno. Paca, la del dicho, ha tomado figura en su ”tocayo” Paco García Cabeza de Vaca.
Habrá de recordar el lector que el tristemente célebre ex alcalde de Reynosa adquirió un fuero constitucional que le ha resguardado de no caer en donde merece estar, al lado de muchos de sus cómplices y familiares que igual hicieron una insultante fortuna con el pequeño presupuesto de Reynosa durante tres años. Tres productivos años en los que el ex edil se convirtió en gente de respeto, porque no podemos decir que honorable.
La honorabilidad se gana con el tiempo.
No se puede pensar en gente que hable de decencia y de la urgencia para que la ley ajuste a los que considera sinvergüenzas, cuando el pasado inmediato está plagado de contratismos, nepotismo, influyentismo y sobre todo, la aplicación equivocada de cada uno de los dineros que el pueblo dejó a través de impuestos y otros rubros.
El reynosense Francisco Javier como que no ha captado lo que la ciudadanía observó durante el trienio en el que además de las acciones fuera de la ley, enmascaradas en misteriosas triquiñuelas, había también grupos de gente que o precisamente vivía de la caridad ni de hacer el bien a los demás.
El miedo obliga a mucha gente a contratar guardaespaldas, y este no fue un caso aislado.
Reynosa, como muchas otras ínsulas, ha tenido buenos y malos alcaldes, y eso lo saben los votantes; pero el tema no aplica solamente a este fronterizo municipio, uno de los que más colaboran a la economía tamaulipeca, sino a otros donde su fuerza se centra en la agricultura, o la agronomía; quizá en la explotación petrolera o el comercio, e inclusive, en menor escala, al turismo rural. En todas partes hay fortalezas que se aprovechan, aunque algunas quedan medio dormidas por ahí, sin embargo, también existen aspectos que deben de mejorarse, cambiarse cuanto antes, para tratar de dar a la gente lo que quiere y merece.
Este fin de semana inician oficialmente las campañas, aunque muchos tamaulipecos hemos visto la manera de hablar, de actuar y de ser de cada uno de los contendientes a la gubernatura.
Las campañas servirán para fortalecer nuestra idea y decidirnos a elegir en uno u otro sentido. Suponemos que la mayoría de la gente ya sabe quiénes son las personas adecuadas para entregar el sufragio del 4 de julio.
Hace apenas un par de días, los contendientes de mayor arraigo se registraron ante el Instituto electoral de Tamaulipas, aunque hay que recordar que no se comparó el contingente y arrastre entre uno y otro.
Parece que ya sabemos quién va a ganar, aunque otros piensen que somos acelerados, pero la realidad es que es muy difícil que exista un cambio de tendencia al día de hoy, menos, cuando falta muy poco tiempo para las elecciones.
El domingo Rodolfo Torre Cantú hizo lo que ordena la ley y ya es oficialmente el candidato del PRI a la gubernatura, avalado por su instituto político y por el instituto que administra el proceso en la entidad y vigila, con el concurso de la gente, que todo se lleve a cabo dentro de la legalidad.
Ahora, luego de escuchar las primeras acciones de descalificación de la bancada albiazul en la entidad, suponemos que serán prácticamente dos meses de injurias, insultos e invenciones de historias nada apegadas a la realidad como las que han elaborado a través de los años. Los integrantes de la llamada operación “pájaro azul” comenzarán a hacer el sucio trabajo como el que están acostumbrados. Ya hemos escuchado a “Navita” declarar cosas con poco sentido, y en seguida, a Paco García Cabeza de Vaca, al igual que individuos como el ciudadano Yunes, en Veracruz, y otro con poca madurez intelectual, humana y política, allá, en el estado de Oaxaca.
Hay que tener cuidado de no caer en sus provocaciones y sus historias, y buscar la manera de, el 4 de julio próximo, emitir el voto con la confianza de que nadie estará ahí presionando ni sabrá por quién votamos a menos que nosotros lo queramos permitir.
Busquemos una mayor participación ciudadana, convenzamos a los amigos y vecinos, a los familiares, porque cuando todos participamos, validamos una decisión, buena o mala, pero que ha sido producto del consenso generalizado.
Ya es tiempo de elecciones, y hay que ponernos a pensar seriamente sobre los que regirán los destinos de esta increíble entidad durante los próximos seis años. Nosotros no tenemos duda, esperamos que usted tampoco.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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