– Historias de un 10 de Mayo.
Carlos Peña Palacios/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- A la hora de hacer los ejercicios matutinos con el aro “ula-ula”, solo hay una persona que acompaña a estos adultos mayores en este salón de reuniones, pero los sentimientos de Albertina no se encuentran con ellos.
“Este es un monito que yo tengo, mío, mío, lo quiero mucho ya que no tiene Papa ni Mama.
La bendición que un día fue derramada por Dios conocida como la maternidad se encuentra intacta en el corazón de Albertina, al dedicarle el cariño de sus últimos halitos de vida a un muñeco de peluche.
¿Es como su bebe? Eso sí ¿Porque uno será así hasta con los animales?, Suspiraba también entre sonrisas.
¿Cuántos bebitos tuvo usted?- Nada mas dos tengo con un Señor llamado Julián, ah que buenos hijos“.
Su realidad le comunica a Albertina que el peluche a es todo lo que tiene dentro de las paredes de la Casa del Adulto Mayor del DIF, ella es una de las madres olvidadas, fuera de aquí sus hijos la dan por muerta.
La responsable de la Casa del Adulto Mayor Magdalena Navarro menciona que hay treinta abuelas, unas fueron solteras otras madres, en casos especiales fueron abandonadas por sus hijos y que las dan por muertas, todas crearon sobrinos y que les llaman hijos de crianza y al final de sus vidas las tienen abandonadas y difícilmente las visitan.
Todo lo contrario es la vida de Eustolia Santos llego aquí por voluntad propia y la de sus familiares, para ella este lugar solo es la última parada del viaje al destino prometido.
“Tengo un año redondito de estar aquí pero yo me he sentido tan contento y tan feliz mejor que en mi casa, gracias a Dios me sostiene con su presencia, me siento muy contenta, todo lo que me dicen lo hago porque tengo ganas de vivir los días que me falten,“ dice sonriendo a este reportero.