-La corrección del euro
-Del máximo de 2008 a mínimos
-Desplazamiento de flujos
El euro nació en una nueva era global marcada por la política del miedo, una constante volatilidad internacional y la recurrente presencia de shocks que alteran el ritmo del funcionamiento de la oferta y demanda en distintos mercados.
A la moneda común le acompañó el 11 de septiembre de 2001 junto con un grupo de agoreros afirmando el final del dólar.
Otros menos extremistas consideramos como Robert Mundell, premio Nobel de Economía, padre del euro e ideólogo de las zonas monetarias óptimas que el euro significaría el comienzo al largo plazo de una cesta de monedas dominantes en el entorno mundial con las mismas características del dólar.
Total que la divisa europea nació en un entorno nada favorable en lo exterior y en lo interior porque la población sentía que renunciaba a su identidad al desplazar su moneda por el euro.
Incluso suele encontrarse a europeos de edad promedio de 45 años para arriba que siguen haciendo sus cálculos de precios en la moneda nacional de toda la vida, los españoles utilizan el precio de una taza de café cortado como parámetro para medir el impacto inflacionario de la llegada del euro a su vida.
De las 100 pesetas de antes a los más de 1.20 euros de ahora y casi en todo persiste una “burbuja inflacionaria” provocada por la conversión de la peseta al euro, que restó varios ceros para hacer los cálculos mucho más sencillos pero no por ello más económicos.
Y así pasó en todas las economías miembros de la eurozona (Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta y Portugal) eso sí con la enorme ventaja de tener un mismo lenguaje monetario compartido con otros colegas y muy importante para facilidad del comercio, inversión, turismo y de los balances contables de las empresas con presencia en otros países de la eurozona.
A COLACIÓN
El 1 de enero de 2002 entró en circulación definitiva el euro en los países que la adoptaron, empezó con una cotización de 1 euro equivalente a 0.9038 dólares.
Para julio de dicho año, la paridad con el dólar cambió en el mercado de divisas y por primera vez desde febrero de 2000, un euro equivalía a un dólar aunque al poco comenzó a valer más y más.
Fue el inicio de una carrera alcista, el euro se fortalecía respecto a la divisa estadounidense trayendo con ello distintas consecuencias: 1) Modificar el escepticismo de los inversionistas y capitales sobre la duración e importancia del euro. 2) Cambiar el rechazo de la población europea en la eurozona que sintieron tener en su bolsillo una moneda poderosa. 3) Desplazar capitales buscando refugiarse no en un dólar débil y devaluado sino en una nueva divisa como el euro. 4) Incentivar la creación de mercados de bonos y capitales teniendo como referencia al euro. 5) Impulsar el surgimiento de mercados de valores regionales como Latibex bajo el paraguas del euro. 6) Otros bancos centrales de otros países en Asia, África y América Latina compraron euros para diversificar sus reservas internacionales. 7) El turismo mundial una parte se desplazó a dicha moneda tomando en cuenta que Francia y España ocupan los primeros sitios de interés global. 8) Diversos países de la eurozona dependiendo de su grado de exposición a la inversión y el comercio internacional experimentaron problemas inflacionarios y desequilibrios en sus cuentas corrientes producto del encarecimiento de sus exportaciones.
Es decir, el euro ganó así en credibilidad y para las apologistas en 2008 cuando el 15 de julio el euro rompió un nuevo máximo histórico al cotizar en 1 euro igual a 1.5990 dólares vieron una inminente señal de duelo para el dólar.
No habría más Bretton Woods de por sí ya rebasado por sendos acontecimientos históricos y por que una divisa no podía seguir siendo la dominante máxime cuando la economía de Estados Unidos es la más endeudada del planeta, el país más apalancado del orbe y con dos déficits gemelos verdadera bomba de tiempo.
En el verano de 2008 muchos dijeron “hasta aquí llegó el dólar”, fue además un tirón para que millones de europeos viajaran por vez primera a Estados Unidos convertido así en una zona turística barata para los poseedores de euros cuyo poder adquisitivo había crecido versus a los poseedores de dólares.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Desde 2007 en que el mundo quedó atrapado en una olla express con problemas financieros y económicos, la Unión Europea (UE) observó preocupada la crisis desatada en Estados Unidos, vio como después el boomerang alcanzó a sus propios intermediarios financieros.
Lo que inició siendo financiero contaminó a la economía real, el problema para una Pangea de 27 países dentro de la UE es que la individualidad sigue siendo costosa.
El caso de Grecia, Italia, España, Portugal, Irlanda es muy sintomático para una unión que sigue siendo joven.
En un determinado momento llegó a pensarse en la salida de Grecia de la eurozona para contar con mecanismos de devaluación que permitieran iniciar una serie de correcciones y evitar que fuera el desempleo con su costo social el que absorbiera buena parte de los efectos de la crisis.
Empero, la postura del Banco Central Europeo (BCE) es muy clara al respecto, ningún país con euros puede salirse de la eurozona porque el peligro de contagio a otras economías es real en momentos en que el nerviosismo es muy alto entre los que mueven los mercados.
Grecia se queda y el resto de los 15, lo inevitable es que el euro proseguirá su camino hacia la corrección de sus niveles, una devaluación respecto al dólar que permitirá un respiro a la unión aunque también sus consecuencias serán visibles.
El euro cotiza ya en los 1.22 dólares y la perspectiva es que la moneda común alcanzará la unidad y posiblemente se mantendrá un tiempo por debajo de ella.
La salida de la crisis tanto de los 27 dentro de la UE como de los 16 de éstos dentro de la eurozona no será para finales de 2010, por su propia complejidad y el tamaño de la población, del PIB y del mercado europeo en su conjunto más las severas políticas de choque y reestructura impuestas, probablemente después de 2012 comenzarán a ubicarse mejor las cosas.
Al euro le queda un largo camino para su corrección.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]