Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Obligación ciudadana

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En la sociedad en que vivimos, sabemos de algunas personas que tienen una trayectoria pública y hoy están ubicados en alguna de las candidaturas, aunque otros de plano no alcanzaron siquiera este privilegio ciudadano que significa buscar la preferencia popular para encabezar un proyecto de cambio o continuidad a lo que se está haciendo bien. Los candidatos, pues, son ciudadanos que tienen algo que proponer y, desde su óptica muy personal –o partidista- es la mejor opción para nuestra comunidad o nuestro estado.
De esta forma encontramos el proyecto de gobierno de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI a la gubernatura, quien ha establecido las prioridades de su gobierno ahora que ocupe la titularidad del poder Ejecutivo en Tamaulipas.
Otros aspirantes también tienen sus propuestas, aunque hay quienes se han robado –literalmente- los ofrecimientos que alguna vez nos hiciera quien hoy ostenta la titularidad del Ejecutivo federal, y que no nos cumplió, ya que, a más de tres años de distancia, seguimos pagando una tenencia injusta, y además, a ese lapso de tiempo, no nos ha dado la tranquilidad que ofreció, entre otras promesas. L
Hoy, su compañero militante hace las mismas propuestas que, a juzgar por los resultados obtenidos, no tenemos por qué creer, ya que no se nos ha cumplido nada, exceptuando las increíbles alzas en servicios de gobierno, impuestos, y un congelamiento de salarios que nos ha hecho más pobres cada día.
Y hay otros ciudadanos que desde trincheras distintas buscan la preferencia ciudadana. Eduardo Alcalá Ruiz es uno de ellos. Conocido en la entidad por su filiación contraria a la derecha, militante de partidos opositores y ex dirigente del Consejo Cívico de Instituciones y demás, hoy es un ciudadano enojado con quienes le ofrecieron una candidatura que a la mera hora se la hicieron “tablas” de una manera poco justa y honesta.
Alcalá es un buen hombre, aunque no compartamos sus ideas políticas, que son tan respetables como las de cualquier ciudadano.
Hoy, nos manifestamos totalmente en contra de la propuesta de Alcalá Ruiz en el sentido de que está invitando a nulificar nuestro voto, y aprovecha la tecnología para enviar por correo electrónico su exposición de motivos que, insistimos, es muy respetable, pero de alguna manera se convierte en propuesta irresponsable, dado que es una obligación de los ciudadanos el elegir a nuestros gobernantes, manifestarnos en contra de los que pensamos que no son opción, pero en definitiva, si no participamos, pensamos que no tenemos derecho a criticar, a exigir, a opinar.
Somos de la idea de que quienes tenemos el derecho –que también es una obligación ciudadana- de votar y elegir, debemos participar activamente, y no podemos darnos el lujo de complacer al partido que gobierna a un México herido, con la idea de no votar, ya que, de todos es sabido que una de las estrategias de los que llama la opinión pública “el ave azul” es la de no acudir a las urnas, apostando ellos de esa forma a que entonces no se manifiesta la voluntad popular y así consideran que alcanzarían un triunfo que, al menos en Tamaulipas, está lejano porque ya nos hemos dado cuenta de la calidad de sus miembros y de sus cerrazones políticas y ciudadanas, ricas en represión y actitudes poco congruentes que nos mantienen en vilo a todos los mexicanos.
No votar significa el dejar la decisión en los demás.
No votar, insistimos, es una actitud poco responsable, y llama la atención que venga la propuesta de un victorense que ha participado mucho en la política y sabe de la importancia de mantener un sistema democrático.
Todo mundo critica el que se compran voluntades y votos, pero nadie puede demostrar que el día de la jornada se presione a la gente. Resulta falso pensar que alguien esté dentro de la casilla obligando a uno a votar por tal o cual candidato.
Somos de la idea de que, cuando alguien llega con su boleta a emitir su opinión a través del voto, ya sabe a quien irá a favorecer. Sobran los argumentos poco lógicos de la presión y compra de votos.
Suponemos que el licenciado Alcalá tiene argumentos para pensar que los partidos políticos son poco serios y probablemente tenga razón, pero de ahí a pensar que debemos nulificar el voto, sentimos que es una irresponsable propuesta, tan grande como el decir a la gente que no pague impuestos, aunque no estemos a favor de tanta carga impositiva del gobierno federal.
No podemos combatir lo que pensamos que no está bien con una acción que tampoco está bien. La ilegalidad se combate con legalidad, la trampa, con participación honesta, y es ahí donde hemos sentido que todo ciudadano que tenga el derecho de hacerlo tiene la obligación de salir a su casilla a cruzar en la boleta el círculo del partido de su preferencia.
Otra actitud, pensamos que es irresponsable, ilógica y no permitirá que avance la democracia.
Nadie tiene la culpa que los de Convergencia no le hayan cumplido y esté enojado con los partidos. Alcalá no tiene razón, desde nuestro punto de vista, y menos, tiene derecho a orillarnos a no participar, porque se convierte en un gran enemigo de la democracia y da fuerza a la decisión de quienes no lo postularon: si lo hubieran hecho, hay que imaginar qué tipo de gobernante hubiéramos tenido, navegando en la ilegalidad y la irresponsabilidad ciudadana. Se salvó Convergencia, no cabe duda.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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