Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *El turismo de verano

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Los atractivos que ofrece Tamaulipas al mundo entero están a flote: todos conocemos los encantos naturales que poseemos y que tienen como objetivo el captar un sinnúmero de turistas ahora que el verano está en su apogeo: playas, ríos, presas y lagunas; montaña y desierto, espacios para la cacería y la pesca y muchos más han sido promovidos de una forma muy importante por parte del gobierno del estado y también, por qué no decirlo, con el apoyo del gobierno federal.
En la entidad, el gobernador Eugenio Hernández Flores tuvo una serie de decisiones a través de la secretaría del ramo que dirige Javier Villarreal Terán, en cuanto a poder incrementar los apoyos y atractivos para el ciudadano: los apoyos, para esa gente que vive en los sitios que han sido favorecidos por la naturaleza, y los atractivos, para gente como usted o como yo que buscamos a donde ir en esos días en que el organismo requiere de una recreación en sitios que no son cotidianos.
Existen algunos fideicomisos en ciertos lugares, acciones que se llevan a cabo como las últimas que concluyeron en una magna obra precisamente en la región de “El Cielo” y mucho podríamos escribir al respecto.
La orientación del gobernador Hernández Flores seguramente tiene fundamento en la base que desde el hogar pudo tener de parte de un ejemplar tamaulipeco que dedicó su vida al turismo y a servir a los demás. Los que tenemos memoria sabemos que Geñito Hernández Balboa constituyó al mejor promotor que ha tenido el estado en décadas.
El caso es que el gobierno de Eugenio Hernández Flores ha realizado cuanto ha podido para promover el turismo. Ha habido aspectos que no nos han favorecido como puede contarse la epidemia de la Influenza del año pasado que mermó muy seriamente al sector no solamente en la entidad sino en el país entero y otras partes del mundo.
Habrá que agregar la crisis económica y recesión de los Estados Unidos que nos empujó a casi todos los países a problemas financieros; la inseguridad que vive México tuvo también su cuota para que el turista se aleje un poco y así, no ha faltado, como dicen en el rancho.
Sin embargo, tenemos los lugares, esos no han sido afectados físicamente porque son parte de ese legado que la naturaleza ha dejado a Tamaulipas: ahora nos toca aprovechar y promover aún más, tratar de ofrecer al turista algo que le llene y tener como resultado el que haya más viajeros a esta entidad norteña.
El secretario Villarreal Terán ha declarado muchas veces que hay buenos planes, que los sitios tienen ocupación aceptable y muchas otras cosas más. Aquí lo importante es que los habitantes de todos estos lugares puedan encontrar el beneficio económico que implica el tener turistas, ya que, ellos ganan y ganamos todos, porque los dineros están por todas partes, no se quedan en la alcancía, sino que se incorporan al aparato productivo nacional.
Es por esa razón que el turismo constituye una fuente importantísima de ingreso de divisas, y eso hace comprensible la preocupación del gobernador Eugenio Hernández Flores porque el derrame de petróleo en el Golfo de México podría en algún momento afectar nuestro territorio, matando prácticamente, por un lado, al turismo, y por el otro, que puede ser el más importante, al entorno ecológico, destruyendo infinidad de especies submarinas y de otras, ocasionando una tragedia de límites insospechados.
En tanto, procuremos aprovechar los días de las vacaciones viajando a uno de esos muchos lugares que tenemos y que nos hacen olvidar la rutina laboral o escolar, y que nos ayudan a recargarnos de entusiasmo y fuerza para retornar a nuestra función cotidiana.
El turismo es nuestro, es una fuente de ingresos que hay que cuidar, y en ese sentido, sería positivo que todos pudiéramos, en lugar de estarnos quejando, poner nuestro grano de arena.
No es agradable escuchar únicamente quejas; es clásico escuchar aquí en Victoria que los representantes de la industria hotelera siempre se quejan de que no hay turistas, y en ese sentido, hay que estar conscientes que la capital no tiene muchos atractivos que digamos.
Es muy hermoso vivir aquí, pero hay que reconocer lo que tenemos y lo que no.
Entonces, lejos de lamentarnos, de pensar en lo que dejó de ingresar por la influenza o porque llegó el mundial o cualquier otro pretexto, busquemos la manera de hacer atractiva la idea de venir a Tamaulipas a hospedarse, viajar, pasear y, dicho sea con toda honestidad, dejar el dinero en nuestros comerciantes y hoteleros, nuestros restauranteros y demás, porque entonces habrá más circulante, y eso aliviará en alguna medida la crisis económica que vivimos todos y que de alguna manera nos limita a seguir creciendo.
El turismo tiene una calificación de sobresaliente en el sexenio, porque existe, se fomenta y crece, pese a las muchas adversidades que nos tocó vivir, y eso hay que reconocerlo: nunca antes había habido tantos problemas, y sobrevivir así, es digno de un aplauso.
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