Óptica/Gastón Monge *El hermano incómodo

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Una cita que el notable escritor y politólogo Enrique Krauze hizo con relación a la crítica que la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes (así como algunos gobernadores de ese partido, como Enrique Peña Nieto), hizo con relación al discurso del presidente Felipe Calderón sobre el llamado a la unidad, luego del asesinato de Rodolfo Torre Cantú, es de ponerse a pensar cómo la mercadotecnia política del PRI se echó a andar de inmediato sacándole provecho a ese lamentable suceso.
Es cierto que Rodolfo, el médico, fue un hombre de principios, honesto y con un proyecto político visionario para un estado aún impreparado para aterrizar en lo que Torre Cantú pudo haber llamado El Nuevo Tamaulipas.
No dudo de su valor como ser humano, ni tampoco de sus ideales humanistas, pero citando a Krauze, que es citado a su vez por la revista Proceso de esta semana, este lamentable suceso está siendo más y mejor capitalizado por el PRI, que el mismo presidente de la República, al hacer uso del sentimiento popular y tradicional de los mexicanos de cierto nivel social, para aterrizarlo en las urnas el próximo 4 de julio.
Dice Krauze que el PRI está lucrando con el sentimiento de los mexicanos al ofrecerles la oportunidad de manifestar su repudio al homicidio del ex candidato, a través del voto en las urnas el próximo domingo, preferente por supuesto, a favor del PRI en los 14 estados en donde habrá elecciones, pero principalmente en Tamaulipas.
No hay que olvidar que los mexicanos le tienen especial fervor a la cultura de la veneración y del sentimiento. Por ello es que desde hace más de 500 años se venera a la santidad trasladada desde España por los conquistadores, y que ese sentimiento popular de veneración a lo que ya no está y a lo que emerge de la fatalidad, se ha traducido a través de los años, en una subcultura que ha sido estupendamente explotada por los gobiernos representativos en México.
Si bien el llamado a la unidad promovido por Calderón hace unos días, provocó una reacción lógica de repudio en el PRI, al considerar que el gobierno federal pretendía lucrar con el homicidio de Torre con un tardío llamado a la unidad nacional, tan necesaria en estos momentos de violencia incontenible, la dirigente de ese partido, Beatriz Paredes, fue más elocuente con ese llamado al voto hacia su partido, en un claro usufructo a la memoria del caído.
Y que mejor momento y oportunidad de nombrar como candidato sustituto del PRI al gobierno de Tamaulipas, que a su propio hermano Egidio, hombre contrastante con la trayectoria que Rodolfo siguió durante su carrera en la administración pública.
Que mejor momento pudo presentársele al PRI y a su astuta dirigente nacional, para explotar el sentimiento popular hacia un personaje magnificado por la tragedia, para que le rinda tributo el pueblo convertido en elector, en un altar imaginario convertido en urna electoral.
Pero, ¿Quién es Egidio Torre? ¿Porqué fue electo tan repentinamente? ¿Qué intereses puede mantener ocultos? ¿Cuáles son sus nexos con el actual gobernador?
La revista milenio en su dirección www.milenio.com/node/367472 da fe de ello en un interesante artículo de fondo que revela la forma en que Egidio Torre se ha enriquecido de manera afortunada, gracias al apoyo que ha recibido en este sexenio de su amigo Eugenio, con más de 166 millones de pesos por contratos de obra que extrañamente le favorecieron, a veces ganando licitaciones de obras millonarias, a veces sin licitación, pero siempre a la cabeza y por encima de otras constructoras, con su empresa de nombre Servicios de Ingeniería Tohesa, que al parecer es la fusión de los apellidos TOrres y HErnandez SA; Qué curioso, ¿no?

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El Huracán Alex pegó con furia en Tamaulipas, y como siempre ocurre, son los más pobres y los de menos recursos económicos, los que más sufrieron la tragedia de perder sus hogares y sus pocas pertenencias.
Por fortuna para los pobres de Nuevo Laredo, el meteoro solo trajo abundante lluvia y más beneficios que tragedias, pero lo más importante que quiero destacar, es que esta vez y como antes no había ocurrido, las inundaciones fueron menos que en otros años.
¿Esto quiere decir que ahora sí están funcionando los colectores pluviales que nunca puso echar a andar Daniel Peña Treviño? ¿O acaso que Ramón Garza Barrios está invierto algo de los mil millones de pesos solicitados al Banco para el Desarrollo de América del Norte, y que se utiliza para este tipo de trabajos? En realidad Ramón quiere justificar el enorme gasto público que se requiere para proyectos tan ambiciosos como el de los colectores, o como siempre ocurre, ¿los dejará a medias para que la siguiente administración los termine?
¬¬¬No se sabe aún, tal ves en octubre o noviembre, en la víspera de la despedida.

Hasta mañana
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