Luego del paso de “Alex” por la capital de Tamaulipas, se hace necesario evaluar los esfuerzos que realiza mucha gente e instituciones en aras de recuperar nuestra imagen. Recordemos, Victoria somos todos, Victoria no es una ciudad común y corriente, es la capital de nuestro estado y es esa parte de existencia que debemos mantener, pese a los últimos acontecimientos.
El Comité municipal de Protección Civil ha sesionado todos los días y, en voz de quienes encabezan la administración de Victoria, sabemos y hemos constatado también que se está trabajando a marchas forzadas, apoyados por las autoridades estatales y también hay que destacar el apoyo de la ciudadanía.
El titular de protección civil, Juan Carlos Vázquez nos comentaba que hay muchos grupos de ciudadanos participando, lo que es realmente digno de elogio, dado que por lo general asumimos una actitud poco productiva, poco grata y poco amable: criticamos a la autoridad porque no tenemos agua o luz, sin entender siquiera, por raciocinio elemental, que no somos nosotros el “ombligo del mundo”, que no somos los únicos que vivimos en Victoria: hay más de 300 mil personas que fuimos afectados todos, en mayor o menor medida, pero definitivamente, no podemos pensar que la autoridad está esperando sentada en un sillón a que llamemos por teléfono nosotros específicamente, para atender nuestra queja, reclamo o necesidad.
Es una actitud egoísta, poco inteligente y absurda, porque no entendemos que se critique a quien está tratando de aliviar la situación y nosotros todavía tratamos de buscar lo malo de todo, como es costumbre.
Totalmente ilógico e incongruente lo que se hace, como ayer padecimos por más de dos horas a través de un medio de comunicación que criticó fuertemente a las autoridades de protección civil que encabeza Salvador Treviño Salinas, asumiendo que ellos –los de Protección Civil- se estaban levantando apenas para ir a trabajar, cuando la emergencia estaba en todas partes.
Hicieron eco de llamadas de gente desesperada que quería agua o luz, o que limpiaran su calle.
municipal, según lo comentó el propio Juan Carlos, asumió como prioridad el despejar las vías primarias, es decir, avenidas y arterias de gran flujo vehicular, para seguir con las vías secundarias y, finalmente, las terciarias.
Si usted o yo vivimos en una vía terciaria, quién nos manda; hay que esperar, y es natural, porque es más importante despejar, por ejemplo, el boulevard Fidel Velázquez que una pequeña calle, por más importante que deba ser para quien vive ahí.
La Comisión Federal de Electricidad asumió la misma postura: primero hospitales y clínicas, centros de emergencia y al final lo que menos repercusión tiene.
Completamente natural, y además, es necesario entenderlo, pero no solamente eso, sino que también, sería muy útil el participar activamente, como el grupo de jóvenes ciudadanos victorenses que se congregaron la tarde de ayer en la escuela primaria del Conjunto Habitacional Fidel Velázquez, para tratar de recoger un poco el escombro, las láminas y varillas dobladas o las ramas de árboles que cayeron ante el embate de “Alex”, procurando una ayuda a su ciudad.
Dice uno de ellos que es lastimoso ver a Victoria en el estado en que se encuentra, por eso la decisión de ayudar a reconstruir.
Si todos pensáramos así, al menos una o dos horas en estos días, podríamos pensar en que Victoria pudiera reconstruirse pronto, pero a veces nos gana el egoísmo, el negativismo y la costumbre de criticar a nuestras autoridades, de criticar a los que tienen la función de administrar desde el ámbito municipal o estatal.
No se vale, sinceramente, que haya actitudes nefastas y gente más negativa que nada que solamente critica.
Entendemos que hay defectos y aspectos que tiene que mejorar la administración municipal, pero de ahí a pasar el tiempo criticando, no refleja más que una ignorancia manifiesta en lo que se debe de hacer como comunicador, y nos desnuda como individuos intransigentes, faltos de madurez y de cordura, que solamente pensamos que hacer periodismo es criticar.
No. Hay otra cosa más valiosa dentro de esta actividad.
Y sinceramente, lo mejor que debemos tener como comunicadores, es bien claro el compromiso para con la sociedad y no erigirnos como omnipotentes jueces perfectos, que no tenemos errores y nuestra palabra vale más que la de Dios prácticamente.
Somos tan mortales como todos, y quien se jacte de ser comunicador, por favor, asuma su rol en la sociedad: informe, no deforme, haga crítica y no se enfrasque en pleitos personales.
Colabore para que Victoria salga adelante. No es prudente criticar sin hacer nada, sentado en un cómodo café.
Esos que critican a Arturo y su gabinete, deberían tomar un par de guantes, una pala o un machete, y ayudar a limpiar la ciudad, que buena falta le hace, y dejar a un lado sus frustraciones.
Victoria debe resurgir, y esa, señores, es tarea de todos.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!