
Atienden habitantes el llamado oportuno de las autoridades.
Tras un recorrido por las inmediaciones de la colonia El Remolino, personal de Protección Civil, Bomberos y Desastres procedió al desalojo de las primeras familias asentadas en zona de inundación, esto ante la mayor creciente del Río Bravo que se estima alcance esta área habitacional.
Juan Ernesto Rivera Gómez, titular de la mencionada dependencia, realizó un recorrido por las calles del lugar para hacer lo que denominó como su “quinto llamado” de advertencia para que las familias voluntariamente evacuen sus viviendas, ya que podrían correr riesgo por la cresta del Río, como ocurrió hace 12 años.
“Este sería el quinto llamado que les estamos haciendo. Hoy mismo en la tarde es conveniente que empecemos a desalojarlos”, señaló.
Son alrededor de 25 viviendas las que se encuentran en zona de inundación. Elementos de la corporación acordonarán el área entre el Río Bravo y la calle El Remolino, desde la Salinas Puga hasta la Emiliano Zapata.
“La mayoría de las personas, el 95% tienen familiares, vecinos y amigos a dónde ir. En la Universidad Tecnológica estamos preparados para albergar familias. Todas tienen la disposición de hacerlo, estamos hablando de alrededor de 20 a 25 familias”, indicó el funcionario.
Desde temprana hora, varias personas quisieron llevar sus pertenencias a lugares más seguros, con el apoyo de las unidades de Protección Civil, como fue el caso de la señora María del Refugio González Torres.
“Mi lavadora, mi refrigerador y unos cuantos muebles, que es lo que uno con sacrificio tiene, es lo que me interesa”, opinó la vecina María del Refugio, quien ha vivido las últimas tres crecientes que ha tenido el Río Bravo y siempre ha atendido al llamado de las autoridades.
La cresta mayor del río Bravo se espera que llegue el miércoles.
Las autoridades de Protección Civil, Bomberos y Desastres y de otras corporaciones como la Policía Especial de Tamaulipas, mantienen un permanente operativo de vigilancia así como seguimiento al comportamiento del caudal, con la finalidad de conservar a salvo a los habitantes radicados en las zonas más vulnerables ante las crecientes del Río Bravo.