A 39 años de la muerte del Rey Lagarto, “cada quien su propio demonio”

1

La vida y muerte de Jim Morrison estuvo rodeada de éxito, excesos, misterio y controversias. De lo que no queda duda es de la huella imborrable que dejó al cosmos musical.

Ciudad de México.- Sin duda el vocalista de The Doors dejó una huella imborrable en el cosmos musical, con temas como “Light my fire” y “The end”, por los que aún es recordado.

“Cada quien su propio demonio”, dice su epitafio. Muerto, en la bañera de su departamento, el 3 de julio de 1971, Jim Morrison fue encontrado. No hubo autopsia, pero se declaró que murió por un paro cardíaco, según su acta de defunción.

Como su vida, su muerte estuvo rodeada de dudas y rumores. Hubo quienes incluso llegaron a afirmar que jamás murió.

Algunos de sus conciertos fueron prohibidos debido a su provocadora actitud en escena. Una anécdota cuenta que el 1 de marzo de 1969 en una actuación mostró su pene y simuló una masturbación, por lo que fue llevado a juicio.

Morrison abandonó la carrera musical en su momento de mayor popularidad, y cuando The Doors estaba convirtiéndose en el único grupo norteamericano que competía con éxito con las grandes bandas como The Beatles o The Rolling Stones.

(Visited 1 times, 1 visits today)