– Entre el agua y el saqueo, 40 familias perdieron sus pertenencias.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La colonia El Remolino, ubicada en las márgenes del río Bravo, al poniente de Nuevo Laredo, prácticamente desapareció del mapa al quedar sumergida bajo cinco metros de agua, por lo que sus habitantes lo perdieron todo, en parte por la creciente, y en parte por el saqueo de los ladrones, quienes aprovecharon la ausencia de vigilancia para robar.
Aunque las autoridades de Protección Civil les habían dicho que al agua subiría solo dos metros, la realidad los despertó de manera abrupta, cuando sintieron debajo de sus camas, cómo el agua les mojaba ya sus pertenencias por lo que desde la madrugada del jueves salieron y dejaron sus pertenencias.
Luz María vive en la calle 15 de Junio en esa colonia, y el agua ya le había inundado el patio trasero y parte de sus muebles, y al igual que otras 40 familias, lo perdió todo.
“Nos dijeron que no iba a subir tanto, pero mire, el agua sigue subiendo y ya no podemos sacar nuestras cosas”, se lamentó la mujer.
Unas 20 viviendas ubicadas sobre las calles De la Garza, Salinas Puga y privada 15 de Junio, quedaron bajo el agua, y solo los techos se apreciaban.
María Luisa Hernández, otra de las afectadas, se quejó que la noche del miércoles, ladrones se metieron a varias casas para saquearlas, sin que se apareciera alguna autoridad; además, dijo que el ayuntamiento les prometió enviarles comida, pero hasta la tarde de ayer la ayuda no había llegado.
“Anoche robaron en mi casa. No es justo, ¿Por qué no nos envía ayuda?”, clamó en tono de impotencia la mujer, quien dijo que en la colonia habitan muchos niños que ahora tienen hambre, pero que las autoridades no les han enviado la ayuda que les prometieron.
Ella vive en la calle De la Garza 5430, pero la casa está bajo el agua, motivo por el que se quejó contra las autoridades.
“Nos están mintiendo o no saben hacer su trabajo”, dijo en referencia a las autoridades de Protección Civil, quienes no calcularon el nivel que podría subir el agua en esa colonia.
Tomasa Rodríguez busca afanosamente a su esposo Juan Alba, quien dijo, se quedó la noche del miércoles para ayudar a sus vecinos a sacar sus pertenencias ante la inminente inundación, y aunque no sabe a ciencia cierta qué es lo que le ocurrió, no aparece por ningún lado.
Miguel Ángel Juárez es policía municipal, pero a la hora de la inundación estaba trabajando, por lo que al llegar a su hogar la mañana del jueves se dio cuenta que su casa estaba bajo el agua, y lo peor es que fue saqueada por los ladrones.
“No es justo, yo soy policía y nunca vino la policía para vigilar nuestros hogares”, dijo con impotencia el policía, mientras un joven vecino suyo de nombre Pedro Torres, dijo que vio como los ladrones robaban en varios domicilios.
Furia, el dolor e impotencia, fue lo que dejó a los habitantes de la colonia El Remolino el desbordamiento del río Bravo, debido a que sus viviendas quedaron bajo el agua, al igual que sus pertenencias y sus vehículos, todo por una mala predicción de las autoridades.
