No cabe duda que cuando la gente vive con ignorancia manifiesta, perjudica a su persona, su familia, su entorno y su localidad. Tal es el caso de los elementos de la policía municipal de la zona conurbada Tampico-Madero-Altamira, quienes, dentro de su “lógica”, no tienen más que perjudicar a los ciudadanos con actitudes poco lógicas, poco congruentes, y que chocan con la idea de tener policías municipales y de tránsito, cuya función básica es prevenir y no castigar.
Recordamos aquellas caricaturas de Walt Disney, donde los agentes de tránsito, en una imponente motocicleta, lentes oscuros –obligados- y apariencia de perros furiosos están escondidos tras un arbusto, cuando pasa el ingenuo pato Donald o Goofy, y salen como cohete, dispuestos a infraccionar a quien se deje sorprender por estos malos servidores públicos.
Queremos señalar que estas acciones no son exclusivas del sur de la entidad, ya que los cuerpos mencionados son iguales en los 43 municipios, donde, malamente, están trabajando con salario y comisión por infracción: les otorgan del 10 al 15 por ciento de cada infracción, lo que hace que estén como locos llenando boletas, cuando ni siquiera saben escribir su nombre.
Las boletas se llenan con anomalías, dado que la ley exige que se señale el artículo que se violó y se ponga cual es, no nada más “Art.24, Art . 118” y demás, porque eso no dice nada al automovilista.
Bien, el fin de semana cerraron la carretera a Tampico, a la altura del entronque hacia el puerto industrial de Altamira y la Playa Miramar. Como paseantes, sorprendidos por la medida, tomamos el libramiento, y para variar: la sorpresa al final del mismo: tres patrullas con elementos municipales acompañados de las “pistolitas” con que miden la velocidad. Lo que sigue: “párese”, con un ademán poco amable.
Y luego, el alegato de siempre: “iba usted a 53 kilómetros por hora, y el libramiento tiene límite, como toda zona urbana, de 40 kilómetros, por lo que violó la ley y debo infraccionarlo; permítame sus documentos”.
Ya sabemos a dónde van estas medidas: a pedir gratificación para seguir –mordida, le llamamos casi todos- o de plano, levantar la infracción, con el consecuente despojo de la licencia o la tarjeta de circulación.
Curiosamente, en las ciudades, en las zonas del centro, siempre hay vehículos que se estacionan en doble fila, en lugares prohibidos y demás, los que se pasan luces rojas, pero esos nunca son molestados, porque los “valientes” agentes están precisamente en los libramientos, asaltando automovilistas, porque además, de todos nosotros es sabido que se encuentran prácticamente escondidos.
Nunca entendieron que su labor es preventiva y no represiva, no castigadora.
En tiempos difíciles cuando el turismo nacional está alejado de la entidad, cuando nadie quiere ir a sitios cuya tranquilidad está en duda, o luego de haber vivido una tragedia meteorológica como la de “Alex”, recientemente, los señores, esos gordos con lentes Ray Ban hacen gala de su prepotencia y siguen infraccionando. No les importa la situación actual. No tienen la mínima idea de lo que acontece.
En contraparte, el secretario de Turismo Javier Villarreal Terán dice que estamos preparados para un verano en el que recibiremos al turista nacional y hay mucho que ofrecerle, pero no previene de la presencia de estos abusivos agentes del orden en todas partes.
Si usted va al aeropuerto de Victoria, los encontrará en el entronque del libramiento y la carretera, bajo un mezquite, medianamente escondidos, apuntando con su aparato mágico a los vehículos que transitan en la carretera, y que, según ellos, deben hacerlo a 50 kilómetros por hora, listos a levantar la boleta correspondiente, mientras en la calle Hidalgo o Carrera Torres el caos vehicular por la falta de algunos semáforos -cada vez más pocos- y la inconsciencia de la gente sigue haciendo de las suyas.
Es increíble que en lugares como los turísticos que aún nos quedan se sigan presentando estos acontecimientos: te paro, te infracciono. ¿No sería más justo y profesional pararse donde los vean, para desalentar el que la gente infrinja la ley?
Son tiempos difíciles para muchos por diversos motivos, y el sector turístico está resintiendo los estragos de una recesión, de un huracán y de otros factores que nos han afectado enormemente.
Es hora de que las autoridades pongan orden, y ojalá los próximos alcaldes puedan hacerlo, en el sentido de convertir los cuerpos preventivos en CUERPOS PREVENTIVOS, no represivos, y que se haga respetar la ley porque la gente confía en ellos.
Que no sigan convirtiéndose en comisionistas de las autoridades los agentes, por favor, que nos ayuden a respetar la ley, porque nos hace mucha falta a todos.
Queremos autoridades que respondan a nuestras necesidades, y también queremos que el turismo no se espante ante tales especímenes.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!